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El centro derecha hace una demostración de fuerza con una movilización masiva en el final de campaña

Vox culmina su racha de éxitos reuniendo a unas 20.000 personas en Colón, mientras el PP logra llenar el WiZink Center con más de 10.000 seguidores.

Vox culmina su racha de éxitos reuniendo a unas 20.000 personas en Colón, mientras el PP logra llenar el WiZink Center con más de 10.000 seguidores.
Una imagen del mitin de Pablo Casado | PP

El centro derecha ha cerrado la campaña con una demostración de fuerza en Madrid. Los actos planteados por PP y Vox han supuesto un notable éxito de público con el que ambos partidos culminan de la mejor forma posible una campaña que ha sido un rosario de éxitos para los de Abascal, pero que no ha sido tan fácil para los de Casado.

Así, separados por tan sólo tres kilómetros de distancia, Vox reunía a una cantidad ingente de personas en Colón, hasta 25.000 según el propio partido, en un éxito innegable que, sin embargo, probablemente era más previsible que el que han logrado los populares: 10.000 personas en el WiZink Center —el Palacio de los Deportes de Madrid— dejando además a un millar en el exterior.

Casado pide confianza

Allí, Pablo Casado aseguraba ante su público que "siempre nos dan por abatidos, siempre nos tratan con desprecio, siempre niegan nuestros éxitos, siempre amplifican nuestros errores, siempre van a poner la lupa en aquello que pueda dividir a la sociedad española. Por eso, somos la única garantía para el futuro de la nación".

Casado, que se presentaba como el líder de un PP que "siempre ha estado, está y estará en el centro", pedía nuevamente que voten "al PP porque solo nosotros podemos encabezar esa ola de cambio". "Tenemos que pensar el voto con la cabeza, tener a España en el corazón, por supuesto, pero pensar las razones que tienen que hacer que nuestro futuro esté garantizado", decía dirigiéndose a aquellos que pretenden dar su apoyo a Ciudadanos o a Vox.

"Os pido que salgamos de aquí confiados, pisando muy fuerte y con la cabeza bien alta", decía en el escenario del Palacio de los Deportes de Madrid. Este WiZink Center de Madrid fue su meta después de haber recorrido desde que llegó a la presidencia del Partido Popular 140.000 kilómetros. "A ganar, a ganar y a ganar", añadía desde su escenario un Pablo Casado que estuvo acompañado por su candidata por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, y por el secretario general del partido, Teodoro García Egea.

Los 100 escaños

Casado culminaba así una campaña que no ha sido fácil para los populares. Mientras que en sus actos se congregaban una media de 2.000, en el PP veían cómo en los de Vox se doblaba esta cifra. Los sondeos internos que manejan tampoco dan alas a la esperanza ya que les dan entre 90 y 100 escaños con una importante subida de Vox.

Esperan en el PP que el mensaje del "voto unido" haya calado durante estos días en los que Casado ha participado en dos, o incluso tres, actos por jornada ya que ha sido el dirigente que más intervenciones se ha echado a su espalda.

"Ha hecho todo lo posible", dicen en un PP en el que no reina el optimismo ya que ven complicada la reedición de un pacto a la andaluza con Ciudadanos y Vox. Confían en tener un "voto oculto" tan importante como para dar la sorpresa pero reconocen que "todo es posible" ya que el número de indecisos es tan grande que nadie entre los populares pondría en estos momentos la mano en el fuego por una predicción de lo que puede pasar el próximo domingo.

Vox desborda Colón

Por su parte, Vox ha concluido su campaña electoral en el mismo lugar en el que la comenzó: la plaza de Colón de Madrid. En un cuidado escenario repleto de símbolos españoles, el partido ha organizado un gran acto para movilizar a su electorado en las últimas horas antes del 28-A. Si para la pegada de carteles eligieron el monumento de Blas de Lezo, en esta ocasión les acompañaba de fondo el monumento al descubrimiento de América con una gran bandera de España ondeando delante. Todas ellas referencias a los símbolos e Historia del país que tanto reivindican los dirigentes del partido como motivo de orgullo.

Desde esta plaza repleta de público, el partido ha conseguido reunir a unas 25.000 personas, según sus propios cálculos, en este cierre de campaña. Tal y como viene haciendo en todos sus mítines, Santiago Abascal ha hecho un llamamiento al voto apelando a la emergencia nacional que vive España. "El 28 de abril elegimos entre la anti España o la España Viva", ha dicho alertando contra el "pacto de la traición, la disgregación o la miseria socialista". El presidente de Vox ha avisado de que su partido "no va a permitir el suicidio o la destrucción de España" y ha puesto en valor cuatro capítulos.

Por primera vez, Abascal se ha referido durante el mitin a la polémica surgida en la recta final de campaña con la prensa, después de que una periodista de La Sexta fuera abucheada por simpatizantes del partido, durante el acto de Vox en Valencia. "Esos trabajadores que nos acompañan en todos los actos merecen nuestro respeto", ha dicho para a continuación dirigir sus ataques a los directivos y quienes "están en los despachos" de esos medios de comunicación.

Los nervios previos al 28-A

El partido, que no realiza encuestas propias, evita hacer un pronóstico sobre lo que va a ocurrir el próximo domingo para no generar expectativas que puedan deslucir el resultado final. A la espera de comprobar si el éxito cosechado en la campaña se convierte en votos suficientes para formar gobierno, en Vox se muestran cautos y recuerdan que las encuestas les dan por debajo de 40 escaños, aunque no descartan superar los 50. "Van a cerrar las casas demoscópicas el 28 de abril", ha augurado en cualquier caso Abascal durante el mitin recordando lo que ocurrió en las elecciones andaluzas.

El acto, que ha servido también para hacer un resumen de estos 15 días previos al 28-A y para agradecer el apoyo a sus simpatizantes, ha contado con la participación de los principales líderes de la formación: Javier Ortega Smith, Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio. También ha intervenido Nerea Alzola.

Una hora antes de que comenzara el acto dos activistas de Femen han irrumpido en el escenario con el pecho descubierto al grito de "el fascismo no es patriotismo" aunque no se han registrado incidentes. Nada más comenzar su protesta la policía ha intervenido y las ha desalojado del lugar en el que una hora después tenía lugar el mitin.

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