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El último volantazo de Illa que ha provocado sorpresa hasta en el separatismo

De rogar apoyo a ERC para una investidura a reclamar más español en TV3 y defender un senador para Vox.

De rogar apoyo a ERC para una investidura a reclamar más español en TV3 y defender un senador para Vox.
Salvador Illa junto a Pere Aragonès este viernes en el Parlamento | EFE

A nadie se le escapa a estas alturas que el rumbo de la decimotercera legislatura en Cataluña también se jugará en Madrid el próximo 4 de mayo. La gran prueba de ello es que, pese a tener el convencimiento de que el futuro gobierno seguirá siendo independentista, ni ERC ni Junts quieren hacer demasiado ruido hasta ver cómo queda el reparto de fuerzas en Madrid y cómo afectará al Gobierno de Pedro Sánchez. ERC se juega los indultos y la mesa de diálogo y Junts aprovecha para perpetuar la humillación al candidato Aragonès. "Hablan de soberanía de Cataluña pero están todo el día mirando a Madrid", exclamaba hace unos días el líder del PPC, Alejandro Fernández, en una entrevista en radio 4.

Sin embargo, los separatistas no son los únicos que observan con especial atención lo que ocurre en la campaña del 4-M y que adaptan los tempos de la negociación y el discurso a sus intereses futuros. A punto de cumplir cuatro meses del anuncio de su marcha a Cataluña como candidato, el dirigente del PSC, Salvador Illa, sorprendía a todos hace una semana, casualmente a pocos días del inicio de la campaña madrileña, con su nueva posición respecto a asuntos de los que hasta ahora había preferido alejarse aún a riesgo de ser señalado por situarse próximo al ideario independentista.

TV3 y la lengua

Al 'descubrimiento' expresado en público por parte de Illa del "papel lamentable" de TV3 durante el proceso separatista en Cataluña, le ha seguido a lo largo de esta última semana la petición de dimisión del director de la cadena, Vicent Sanchís, a quien el socialista ahora llama "sectario", así como las inesperadas quejas desde su partido en un programa de máxima audiencia de la cadena pública de que en TV3 se habla demasiado catalán y que sus contenidos solo se dirigen a una parte de los ciudadanos.

"Estamos haciendo un documento con expertos y a TV3 no la siguen castellanoparlantes. El perfil político de los que miran TV3 es de dos partidos políticos (ERC y Junts). Estos datos nos tendrían que hacer reflexionar", pedía en el programa Planta Baja, la portavoz del PSC, Alicia Romero. La misma semana, Romero admitía en sede parlamentaria que la cadena no cumple la misión de ser veraz, objetiva y equilibrada.

El siguiente paso del grupo parlamentario será fiscalizar TV3 —como también reclaman Vox y Cs— coincidiendo con su presidencia de la comisión de control de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. Los medios públicos y la lengua ya ocuparon un lugar destacado en la ponencia política del Congreso del PSC que se celebró a finales de 2019 tras constatar que habían sido claves para la victoria de Ciudadanos en 2017. Ahora el PSC recupera este debate tabú para sus siglas en plena campaña madrileña.

Vacunación a Policía y Guardia Civil

Tras varias semanas de continuas denuncias por parte de diferentes sindicatos de Policía Nacional y Guardia Civil alertando de la exclusión del calendario de vacunación de agentes destinados en Cataluña, este martes, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, admitía en el Senado que ésta es la "única comunidad" que no les está vacunando. El Gobierno anunciaba que asumiría la inoculación de dosis a ambos cuerpos y tan solo un día después, el grupo parlamentario del PSC enviaba a registro de la Mesa de la cámara 4 preguntas al Ejecutivo catalán respecto a este asunto.

Asunto sobre el cual el PSC había venido guardando silencio pese a los llamamientos de los sindicatos policiales a la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera. En su documento, el grupo parlamentario pregunta un mes después a la consejera separatista Alba Vergès "por qué no se ha incluido a los agentes de cuerpos de la Policía Nacional y Guardia Civil entre el personal esencial"; "cuándo tiene previsto vacunarles la Consejería de Salud" y "si con la distribución de Janssen, se dará cumplimiento a los acuerdos del Consejo Interterritorial". Al día siguiente en el Senado, el todavía primer secretario del PSC, Miquel Iceta, trató de excusar a la Generalidad alegando a "problemas técnicos".

Un senador para Vox

Pero sin lugar a dudas, la mayor contradicción en el discurso del todavía aspirante a presidir la Generalidad se ha visto reflejada en la polémica maniobra para dejar a Vox sin un senador por designación autonómica. Orquestada por las formaciones separatistas y los comunes, el PSC se desmarcó de esta estrategia para silenciar a Vox en las instituciones pese a mantener a día de hoy su firma plasmada en el decálogo 'anti Vox' sellado a principios del mes de marzo con el propósito de marginarles en la cámara catalana.

"Negar la representación a una formación que tiene derecho por el resultado electoral no es democrático", así lo justificaron desde el partido de Illa. Un derecho que sin embargo parece no merecer, para el PSC, la cuarta fuerza política en Cataluña para formar parte de la Mesa de la cámara, para presidir comisiones, conseguir apoyos para sus iniciativas parlamentarias o no ser enviados al gallinero del hemiciclo y relegar sus despachos a la buhardilla del Parlamento.

Desde el propio entorno separatista, tanto en ERC, Junts como la CUP, han valorado con perplejidad la postura contradictoria de Salvador Illa. Hay quienes incluso en Cataluña lo vinculan al "efecto Gabilondo", en su intento por convertirse en falso telonero —sosteniendo ahora que él no habría cerrado la hostelería y que no tocará los impuestos— de la candidata popular y presidenta, Isabel Díaz Ayuso, por puro tacticismo electoral. Y es que el futuro de Cataluña, sin duda, también se jugará en Madrid.

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