La destitución fulminante de la directora del CNI, Paz Esteban, adelantado por Libertad Digital, no ha saciado a los socios de Pedro Sánchez que han aprovechado la debilidad demostrada por el Gobierno para seguir sacando provecho de la situación. Unidas Podemos insiste en reclamar una comisión de investigación y pide desclasificar documentos. Desde ERC y la CUP tampoco se conforman y reclaman la destitución de la ministra de Defensa, Margarita Robles.
La maniobra del Ejecutivo denunciando haber sido también víctima del espionaje con el sistema Pegasus ha terminado estallándole en la cara. No sólo ha resultado ser inútil para aplacar a sus aliados independentistas, sino que ha forzado al Consejo de Ministros a prescindir de un cargo institucional que deja en evidencia los servicios secretos del país y el prestigio internacional de España en plena guerra en Ucrania y a las puertas de la Cumbre de la OTAN que se celebrará los próximos 29 y 30 de julio.
"Las responsabilidades políticas no se delegan", ha dicho el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, nada más conocer la noticia. Echenique ha vuelto a reclamar una comisión de investigación en el Congreso que ya frenaron PSOE, PP, Vox y Cs, y ha aprovechado para insistir en desclasificar documentos sobre el caso.
ERC y la CUP piden la cabeza de Robles
En la misma línea, Gabriel Rufián de ERC apuntaba poco antes a la ministra de Defensa, Margarita Robles. "Si Robles lo sabía es grave y si no lo sabía es más grave", ha dicho en rueda de prensa desde el Congreso asegurando que "la ministra representa al PSOE más conservador, más rancio y más caoba", adelantándose a la decisión de cesar a la directora del CNI para proteger a Robles que, admitía Rufián, es difícil que "la dejen caer".
La portavoz de la CUP, Mireia Vehí, exigía directamente "explicaciones públicas y responsabilidades políticas" y rechazaba la dimisión del CNI. "¿Por qué le cortan la cabeza a la directora del CNI?" llegaba a preguntarse, recordando que la máxima responsabilidad sobre lo ocurrido recae en la ministra Robles y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, también en el punto de mira de los socios de Sánchez por ser el responsable cuando se produjo el espionaje de Pegasus y haber denunciado públicamente que el Gobierno también fue víctima.