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Irene Montero utiliza la tragedia de las gemelas de Sallent para defender su Ley Trans: ¿qué se sabe realmente?

Las niñas de 12 años se tiraron por el balcón de su vivienda el pasado martes. Una falleció en el acto y la otra permanece ingresada en estado grave.

Las niñas de 12 años se tiraron por el balcón de su vivienda el pasado martes. Una falleció en el acto y la otra permanece ingresada en estado grave.
Velas, flores y pancartas en el domicilio de las gemelas de Sallent | EFE

La tragedia de Sallent ha conmocionado estos días a toda España. Sin embargo, son muchas las dudas que deja este dramático caso. El pasado martes, alrededor de las 15 horas, Leila y Alana —dos gemelas de apenas 12 años— se precipitaban al vacío desde el balcón de su vivienda, situada en la tercera planta de un edificio ubicado a la entrada de esta localidad barcelonesa. La primera era trasladada al hospital en estado crítico. La segunda fallecía en el acto.

Los primeros datos ya apuntaban a que el salto había sido voluntario: junto a la ventana se encontraron dos sillas y las menores habrían dejado sendas cartas de despedida escritas de su puño y letra. Lo que no parece tan claro es qué les habría llevado a tomar esa decisión: una delicada situación familiar, un posible caso de acoso escolar o la transfobia que podría haber sufrido una de las gemelas, al decir que quería ser un chico y que le llamasen Iván.

Montero y la Ley Trans

A pesar de que la investigación está en curso, la ministra de Igualdad, Irene Montero, no dudaba este viernes en dictar sentencia, aprovechando la inauguración del primer Encuentro Internacional Feminista: "Con permiso de la vicepresidenta y del decano, creo que lo primero que toca decir hoy es: se llamaba Iván. Y que nadie más tenga que sufrir por ser quién es", añadía entre aplausos.

Ya unas horas antes, su número 2, Ángela Rodríguez Pam, utilizaba igualmente la tragedia de Sallent para defender la Ley Trans: "La transfobia provoca estigma, sufrimiento, discriminación y muerte. La ley trans, el feminismo, salvan vidas". Los mensajes de Igualdad se sumaban a los de numerosas organizaciones trans y LGBTI, entre ellas, el Observatori Contra l'Homofòbia: "Una noticia que nos rompe el corazón, un niño trans de 12 años se suicida en Sallent. Una muerte marcada por la intolerancia, el bullying y la transfobia".

La facilidad con la que unos y otros parecen resolver el caso contrasta con las advertencias de los expertos, que recuerdan que el suicidio siempre es multicausal, sin un único detonante, e insisten en lo atípico que resulta un suicidio colectivo. En los últimos días, la versión que ha circulado es que Leila se lanzó al vacío por solidaridad con su hermana gemela. Sin embargo, los investigadores creen que podría haber algo más. Precisamente por eso, están analizando cada detalle de su vida para tratar de encajar las piezas de este macabro puzle.

Problemas económicos

Lo único que se sabe a ciencia cierta es que Leila y Alana se instalaron en Sallent hace dos años. Tanto ellas, como su hermano pequeño y sus padres procedían de Argentina, y aterrizaron en España poco antes de empezar la pandemia. Precisamente por la crisis en la que se vio inmerso nuestro país, tanto el padre como la madre tuvieron serios problemas para encontrar trabajo. En estos momentos, ella trabaja en una cafetería, pero él está desempleado.

El propio Ayuntamiento ha confirmado que la familia estaba siendo atendida por los Servicios Sociales y que una de las gemelas había sido derivada a los servicios de salud mental (CESMIJ). Además, ambas recibían atención psicológica en el instituto, donde una orientadora también se encargaba de hacerles un seguimiento especial debido a su situación familiar y social.

¿Acoso escolar?

En un primer momento, la Consejería de Educación se apresuró a descartar la hipótesis del bullying. Sin embargo, finalmente, ha acabado matizando que todas las líneas de investigación siguen abiertas. No en vano, en las últimas horas, tanto familiares como compañeros de instituto han apuntado que las niñas sí sufrían acoso escolar. "Estaban siendo marginadas por ser argentinas, eran maltratadas y víctimas de bullying", denunciaba este viernes su tía en una concentración celebrada en Sallent.

Fuentes citadas por el diario ABC apuntan que tanto Leila como Alana eran víctimas de los ataques de un numeroso grupo, instigado sobre todo por tres chicos de su mismo curso, 1º de la ESO. Al parecer, se burlaban de ellas por el acento argentino y su carácter temperamental, pero también porque recientemente Alana habría manifestado su intención de ser un chico: "Quería que le llamaran Iván". Según defienden, por eso se había dejado el pelo corto. La familia no tenía constancia de este extremo, pero, según apuntan algunos medios, se habría enterado a través de la carta manuscrita que la menor dejó antes de lanzarse al vacío.

Su abuelo, que reside en Argentina, ha insistido, además, en que Alana no quería vivir en España. "Abuelo, no quiero estar más acá, no quiero pasar un cumpleaños más en este país, quiero estar en tu casa", dice que le suplicó hace dos meses. A ello habría contribuido la barrera del idioma, ya que no era suficiente con hablar español, sino que en el colegio debían hacerlo también en catalán.

Leila, fuera de peligro

Este viernes, una treintena de amigos y familiares de Leila y Alana salieron a la calle para reclamar "justicia", portando carteles en los que se podía leer "stop bullyng". Mientras tanto, la gemela que ha sobrevivido continúa ingresada en el hospital Parc Taulí de Sabadell

Según ha informado la familia, tiene la mandíbula y los brazos rotos, golpes por todas partes "y un pulmón comprometido". Sin embargo, en las últimas horas habría experimento una ligera mejoría y, de momento, no se teme por su vida.

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