Dieciocho años lleva Armando piedra sobre piedra, una afición, dice, que le de joven. Desde entonces, lleva dando forma a su sueño artístico. Dos millones de piedras de todas las formas y tamaños envuelven esta antigua yesería de Monteagudo, en Navarra, de la que aun estando en ruinas se encaprichó este panadero de una localidad cercana, Ablitas, que ha dedicado casi un cuarto de su vida a esta creación. "Estaba en desuso, estaba muy derruida". "Yo me enamoré y empecé a trabajar aquí con las piedras, a transformarlo todo en plan artístico", nos cuenta. Este edificio de 200 metros cuadrados le sirvió para hacer realidad en esta villa do un proyecto que tenía perfectamente definido en su cabeza desde hacía años.
"Lo siguiente es terminar aquella esquina que va una ornamentación con una luna con piedras, terminar las jardineras, esta fachada tengo que terminarla también", relata. Tan popular se está haciendo en esta zona de la Ribera que llega gente de todos los sitios, incluso algunos artistas que se han interesado por su obra. Hasta el punto de que que algunos lo conocen como el Gaudí navarro. "No soy como Gaudí, pero tengo que ser sobrino, porque otra cosa no cabe", comenta con una sonrisa. Y siguiendo los pasos de su referente con su gran obra, la Sagrada Familia, Armando asegura que nunca verá acabada esta antigua yesería, aunque "mientras tenga salud tengo que seguir trabajando", un edificio convertida en todo un atractivo turístico.