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Estas son las 17 provincias en las que la derecha se juega gobernar en España

En 22 provincias el último diputado se decidirá por una diferencia de menos del 2% y en 17 pueden pasar de un bloque a otro. Estos son los datos.

En 22 provincias el último diputado se decidirá por una diferencia de menos del 2% y en 17 pueden pasar de un bloque a otro. Estos son los datos.
Libertad Digital

Casi todas las encuestas eran claras antes de que se cerrase el plazo legal para publicarlas: la derecha va a tener una mayoría absoluta suficiente para que Núñez Feijóo pueda ser el próximo presidente del Gobierno contando, eso sí, con el apoyo de Vox.

Sin embargo, hay una posibilidad de que no sea así y esta no pasa por grandes cambios en la intención de voto –que no se van a producir– sino por pequeñas subidas o bajadas en una serie de provincias concretas en las que el último escaño que se reparte por la Ley D’Hondt pende de un porcentaje mínimo de votos.

Hasta en 22 circunscripciones el último diputado está a una distancia de menos de 2 puntos de cambiar de partido, según un estudio elaborado por Demoscopia y Servicios a partir de la media de las últimas ocho encuestas publicadas. En seis de ellas, la derecha podría arrebatarle ese escaño a la izquierda, en once ocurre lo contrario y, por último, en otras cinco el cambio se produciría dentro del mismo bloque y, por tanto, no afectar a la gobernabilidad. En resumen: son 17 las provincias en las que la derecha se juega gobernar en España.

Contrariamente a lo que se piensa y lo que se está comentando, estos movimientos pueden darse en provincias de todos los tamaños, de hecho Madrid y Barcelona son dos de las señaladas y, aunque nos pueda parecer que es más fácil que se muevan 500 votos en una provincia de 60.000 habitantes que 5.000 en una de 600.000, estadísticamente las posibilidades son las mismas y como tal deben considerarse.

El estudio que les presentamos en este reportaje es el más completo y detallado sobre este tema aparecido en la prensa española en estas elecciones, aunque hasta el momento algunos medios han publicado atribuciones de escaño por provincias y analizado aquellas en las que el último diputado podía cambiar, como el desglose que publicaba en su último sondeo El Confidencial o el de diputados en juego que incluía la encuesta de Sigma Dos para El Mundo, estos se hacían a partir de un único estudio demoscópico, mientras que éste se hace con los datos de ocho y un complejo sistema (vean más sobre la metodología al final del reportaje).

¿Dónde puede ganar un escaño la derecha?

Con diferente grado de probabilidad y, recordémoslo, siempre según los datos de las encuestas publicadas dentro del plazo legal, es decir, hasta el pasado lunes, el PP o Vox están en disposición de ganarle a formaciones de izquierda o nacionalistas un diputado extra en Cantabria, Murcia, Baleares, Castellón, Pontevedra y Madrid.

Si analizamos cada uno de los casos el diputado más cerca de cambiar de bloque sería uno en Cantabria, que se dirimirá, literalmente, en un puñado de votos: bastaría que Vox lograse unas 400 papeletas más, sólo un 0,13% del total, para arrebatárselo al PSOE.

Se trata de una circunscripción que sólo reparte cinco diputados que en principio serían tres para el PP y dos para el PSOE, pero Vox podría irrumpir y dejar a los socialistas con un único representante.

El segundo diputado en disputa que podría caer del lado de la derecha sería también para Vox y también quitándoselo al PSOE, en este caso en Murcia y también por un porcentaje reducido, si bien algo más alto: un 0,40% del voto, es decir, algo menos de 2.900 votos.

En Murcia se reparten 10 diputados y la mayoría sería en cualquier caso de la derecha: el PP tendría asegurados cuatro y Vox 2, pero los de Abascal podrían conseguir el tercero a costa de los de Pedro Sánchez, que en ese caso se quedarían también con 2. Por último, Sumar obtendría otro escaño.

En Baleares es el PP el que puede quitarle un diputado a los socialistas: están a sólo medio punto de hacerlo, es decir a menos de 2.700 votos. Según el estudio de Demoscopia y Servicios los populares podría llegar a tener 4 de los 8 escaños que se reparten, en ese caso el PSOE se quedaría con 2. Por su parte, tanto Vox como Sumar tendrían 1. Ninguna de las otras encuestas a la que estamos haciendo referencia recogía la posibilidad de cambios en las islas.

Con una subida ligeramente mayor, pero que serían menos votos, Vox le quitaría un diputado a Sumar en Castellón. Los de Abascal tendrían que crecer un 0,56%, sólo un poco más de 1.500 papeletas. En esta provincia el PP tendría dos diputados, el PSOE otros dos y el último se lo disputarían Vox y Sumar.

En Pontevedra el PP está a sólo un 0,57% –menos de 3.000 votos– de lograr su cuarto escaño a costa del que por el momento es el tercero de los socialistas. En esta provincia, además, Sumar lograría un diputado, mientras que Vox no tiene posibilidad de obtener representación.

Finalmente, la derecha también podría rascar un diputado más en Madrid, la mayor circunscripción de España, que reparte 37 escaños. Para ello bastaría con que Vox ganase un 0,69% del voto, lo que son, eso sí, algo más de 25.000. En caso de no lograrlo el PSOE se quedaría con ese escaño, que sería el octavo de los socialistas, mientras que para los de Abascal sería el séptimo si lo logran. El PP, por su parte, tendría su mejor resultado desde 2011: 16 representantes.

¿Y dónde puede perder un escaño la derecha?

Al contrario de lo que ocurre en las anteriormente citadas, hay 11 provincias en las que el último diputado que se reparte con el sistema D’Hondt podría pasar de uno de los dos partidos de la derecha a uno de los dos de la izquierda o a un nacionalista, es decir, podría contribuir a que la derecha no lograse una mayoría de gobierno o investidura. Se trata de Albacete, Badajoz, Jaén, Lérida, Guadalajara, Asturias, Valladolid, Granada, Burgos, La Coruña y Cuenca

El caso en el que es más probable este cambio es Albacete, donde bastaría con que el PSOE ganase un 0,05% del voto, poco más de un centenar de sufragios, para arrebatar un escaño a Vox. El PP lograría dos diputados en cualquier caso.

En Badajoz y en Jaén la situación es similar y los partidos implicados los mismos: Vox podría perder dos escaños sólo con que el PSOE ganase en ambas provincia un 0,23% de voto, que son algo más de 750 y algo menos de 800 papeletas, respectivamente. En ambos casos Vox perdería su único representante en la provincia, mientras que los socialistas ganarían el segundo en Jaén y el tercero en Badajoz. De nuevo, el PP tiene asegurados un par de diputados en cada una.

En Lérida y Guadalajara es el PP el que puede perder un escaño y también por un porcentaje muy pequeño: un 0,32% y un 0,35% del voto, respectivamente, lo que suponen algo menos de 650 o de 450 papeletas.

En el primer caso los beneficiarios serían los separatistas de Junts y los populares se quedarían sin representación. En el segundo se llevaría el escaño el PSOE y lo que se dirime es qué partido es el más votado, ya que en Guadalajara sólo se reparten tres diputados: dos para el ganador y otro para el segundo. Tanto en la provincia catalana como en la castellanomanchega no hay ninguna posibilidad de que Vox obtenga ningún escaño.

En Asturias, por su parte, es de nuevo el PP el que podría dejarse un diputado que ganaría el PSOE. Para ello los de Pedro Sánchez tendrían que lograr crecer un 0,37%, algo más de 2.000 votos. De conservarlo, sería el tercer escaño de los populares que lograrían así superar al PSOE en la región. Al mismo tiempo, en principio Vox tiene asegurado obtener un representante.

No así en Valladolid, donde los de Pedro Sánchez están a sólo un 0,44% de voto –poco más de 1.200 papeletas– de lograr su segundo diputado y dejar a Vox sin representación, mientras que el PP gana holgadamente y tendría tres.

En Granada son los populares los que ven peligrar un diputado si Sumar logra mejorar en un 0,5%, es decir, casi 2.400 votos. Aun así el PP tendría tres en el peor de los casos y Vox tiene también consolidado un escaño.

A partir de aquí las distancias aumentan, pero el cambio en este último diputado sigue siendo posible en otras tres provincias: la primera de ellas Burgos, donde un 1,3% del voto, aproximadamente 2.400 sufragios, separa al PSOE de lograr un segundo escaño que dejaría fuera a los de Santiago Abascal. El PP, por su parte, cuenta con ventaja más que suficiente para obtener dos.

Las dos últimas provincias de nuestro análisis son La Coruña y Cuenca. En ambas el PP podría perder un escaño que ganaría el PSOE por porcentajes elevados pero no imposibles: un 1,82% en la primera –serían más de 11.000 votos– y un 1,88% en la segunda, algo menos de 1.900 papeletas.

Dónde el cambio no servirá de nada

Además de estas, hay otras cinco provincias en las que el último escaño puede cambiar de un partido a otro, pero esto no va a afectar a la gobernabilidad ya que lo hace entre fuerzas del mismo bloque.

Dos están en Cataluña, donde el PSOE podría ganarle a ERC un diputado en Gerona, pero perder otro en Barcelona que sería para Sumar. Otras dos están en el País Vasco: en Guipúzcoa Sumar también podría quitarle un escaño a los socialistas, mientras que en Vizcaya los de Yolanda Díaz se podrían quedar fuera y EH-Bildu sumar un representante más en el parlamento del país que odian.

Finalmente, en Toledo el trasvase podría darse entre fuerzas de la derecha: Vox lograría su diputado a costa del PP.

La metodología del estudio

Como decíamos antes, los datos de este reportaje se han obtenido gracias a un estudio de la firma Demoscopia y Servicios, que para obtenerlos ha utilizado una herramienta desarrollada por ellos mismos que denomina Sistema de Estrategia Política.

El director de Demoscopia y Servicios, Arcadio Mateo, ha explicado a Libertad Digital el procedimiento usado y que este estudio partía de una media ponderada de las últimas encuestas publicadas el pasado 17 de julio, fecha límite por imperativo de la Ley Electoral. Se han tenido en cuenta ocho de ellas, pero se ha asignado un peso ligeramente mayor a las más recientes, por este orden: Data10, Sigma2, Gad3, IMOP, Sociometría, NC Report, DYM y 40dB. A partir de ese primer total y utilizando IA se obtiene una estimación del resultado de cada partido en las circunscripciones donde podría obtener diputado.

El siguiente paso es generar en cada provincia cerca de 15.000 posibles escenarios de voto a partir de pequeñas variaciones al alza o a la baja de cada partido con opción. Ponderando todos esos escenarios de voto –todos razonables ya que las variaciones son mínimas– el SEP establece el número de votos más probable de cada formación política en cada provincia.

Finalmente, a ese resultado fruto de la media de casi 15.000 escenarios ligeramente diferentes se le aplica en cada provincia la distribución de escaños del sistema electoral español, la tan nombrada como poco entendida Ley D’Hondt, para determinar entre qué partidos se juega el último diputado y calcular la cantidad de votos que debería subir el que se queda fuera del reparto para quitarle el último diputado al que en este momento lo está ganando.

El propio Mateo destacaba en conversación telefónica con este periódico que se trata de "un sistema extraordinariamente fiable porque la cantidad de escenarios que se tienen en cuenta le da mucha calidad a los datos" que se manejan.

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