El Rey tiene la difícil tarea de decidir, por primera vez en democracia, entre dos aspirantes a la investidura. Después de concluir este martes la ronda de consultas con los grupos parlamentarios, Felipe VI encargará a Alberto Nuéz Feijóo o a Pedro Sánchez la conformación de un gobierno, para la que podrá presentar mayor número de votos el líder del PP, aunque no logre sumar suficientes para ser elegido presidente.
El rechazo de JxCat, ERC, Bildu y BNG a reunirse con el monarca favorece sus intereses, puesto que oficialmente al Rey no le consta su posible apoyo al PSOE. Ni siquiera el PNV confirmó ayer que vaya a respaldar a Pedro Sánchez. Su portavoz, Aitor Esteban, aseguró apenas unas horas antes de acudir al Palacio de la Zarzuela que ni siquiera se habían sentado a negociar, por lo que pedía posponer la designación de un candidato después de criticar que la ronda de consultas "ha sido precipitada". Tras reunirse con el monarca, declinó comparecer en rueda de prensa en el Congreso, a diferencia del resto de partidos.
Por contra, Feijóo congregó ayer el apoyo de UPN y CC, según confirmaron sus portavoces Javier Esparza y Cristina Valido respectivamente. El grupo canario se abrió también a apoyar a Sánchez si acepta la agenda canaria, pero este martes han firmado un acuerdo con el PP en el Congreso por el que aceptan sus condiciones a cambio de apoyar la investidura de Feijóo, por lo que su respaldo estaría atado. Entre sus exigencias, la gestión de los aeropuertos.
En total, el líder del PP sumó ayer 139 votos, los mismos que logró en la constitución de las Cortes, que unidos a los de 33 de Santiago Abascal, que ha confirmado esta mañana al Rey que apoyará a Feijóo, suman un total de 172. Sin embargo, Pedro Sánchez sólo podrá presentar ante el Rey el sí de su grupo y el de Sumar, lo que da un total de 152 votos.
Con estos números, y habiendo ganado las elecciones Feijóo, es difícil que el Rey encargue a Sánchez la configuración de un gobierno. De hecho, desde Ferraz ya se apresuraron ayer a ponerse la venda antes que la herida asegurando que no impedirían la candidatura del líder del PP. Eso sí, se muestran convencidos de su fracaso, como ocurrió con la derrota a Cuca Gamarra en la votación de la presidencia del Congreso la semana pasada.
El ministro en funciones Félix Bolaños incluso ironizó el pasado fin de semana con esa posibilidad al asegurar que la investidura del líder del PP se parecerá a la moción de censura de Vox con Ramón Tamames. Después de que Sánchez presionara para evitar que el Rey nombre a Feijóo candidato, los socialistas estarían empezando a construir un relato para presentar al líder del PP como un perdedor que va encadenando derrotas.
Aún así, se trata de una ventana de oportunidad para la derecha, por remota que resulte, ya que las votaciones en el Congreso son impredecibles, como bien conoce Sánchez tras ganar inesperadamente una moción de censura contra Mariano Rajoy o sacar adelante una reforma laboral, que tenía perdida, gracias al error de un sólo diputado.