Vox afronta una grave crisis interna en Baleares que puede acabar salpicando al acuerdo de gobierno suscrito con el PP de Marga Prohens. Según ha podido confirmar Libertad Digital por diferentes fuentes, el grupo parlamentario se encuentra partido por la mitad y varios de sus diputados se han rebelado contra la dirección nacional que, de momento, no ha sido capaz de coger las riendas de la situación.
La crisis se remonta a la salida de Jorge Campos de Baleares para ser diputado en Madrid, lo que ha dejado completamente descabezado al partido, a pesar de que oficialmente lo preside Patricia de las Heras, exdiputada nacional que no habría logrado hacerse con el control desde que fue designada hace un año. La chispa que ha desbordado la tensión interna que se arrastra desde hace tiempo ha sido una PNL a favor de la libre elección de lengua, que ha derivado en dos sonadas destituciones del grupo parlamentario.
La propuesta de Vox, defendida por la diputada Manuela Cañadas y consensuada con la portavoz del grupo, Idoia Ribas, instaba al Gobierno del PP a implantar el próximo curso la libre elección de lengua en Infantil y Primaria, a pesar de que el pacto de gobierno suscrito entre ambos daba un margen de tiempo más amplio. Los populares pretendían introducir enmiendas para llegar a un acuerdo con el partido de Abascal, que amenazaba con tumbar el techo de gasto, haciendo peligrar los presupuestos autonómicos.
Un error técnico impidió a los de Prohens incluir sus propuestas en plazo, por lo que decidieron abstenerse en la votación. Como represalia, Vox Baleares votó en contra de la propuesta económica del PP, poniendo en riesgo el acuerdo de gobierno. Un rechazo que no era compartido por el diputado Xisco Cardona, ni por la coordinadora del grupo y jefa de prensa, Carla Sarabia, que han sido sustituidos por su oposición.
Sin rumbo en Vox Baleares
Hasta ahora se ha atribuido a la dirección nacional de Vox la decisión de prescindir de Cardona y Sarabia, así como la de imponer el voto negativo al techo de gasto en respuesta a su abstención a la PNL sobre la lengua. Sin embargo, distintas fuentes consultadas por este periódico señalan que la rebelión interna parte en realidad de los diputados que impusieron su rechazo ante el PP, liderados por la portavoz Idoia Ribas, que habría decidido saltarse las directrices de Madrid de posponer la PNL para no poner en riesgo el gobierno.
Entre la dirección nacional de Vox y el PP de Marga Prohens impera una relación cordial y de respeto mutuo que facilita la coordinación con el gobierno. De ahí que la idea inicial de Madrid fuera retrasar su propuesta sobre la lengua para facilitar la introducción de enmiendas de los populares en tiempo y forma. Algunos de los ocho diputados de Vox Baleares, sin embargo, habrían decidido actuar por su cuenta y mantener la PNL, en contra de las directrices dadas por la dirección nacional, dejando así el grupo partido por la mitad.
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, pretendía visitar las islas ayer para intentar poner orden pero su vuelo fue cancelado y el partido decidió posponer la reunión a la próxima semana, por lo que la situación no ha podido todavía ser encauzada y coloca al partido ante una disyuntiva de difícil solución, que puede acabar salpicando al PP si la rebelión interna perdura el resto de la legislatura.
Destituidas ya dos personas por la portavoz del grupo, la dirección nacional afronta una situación similar a la ya vivida en Murcia, donde tuvieron que expulsar a tres de los cuatro diputados, renunciando así a tener grupo en la Asamblea toda la legislatura y perdiendo así su poder de influencia. La formación afronta, por tanto, una difícil tesitura que, de no ser encauzada con urgencia, puede derivar en una crisis todavía mayor.