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El PSOE admite "dificultades" pero cree que la investidura se acelerará en los próximos días

El partido se sume en el hermetismo y sigue sin despegar la incógnita de la fecha de la investidura.

El partido se sume en el hermetismo y sigue sin despegar la incógnita de la fecha de la investidura.
Pedro Sánchez celebra una reunión con el colectivo feminista en Ferraz. | EFE

En el PSOE, contaban con una investidura rápida de Pedro Sánchez tras el intento fallido de Alberto Núñez Feijóo. Los contactos con sus socios llevan produciéndose desde la misma noche electoral del 23-J. Las exigencias ya eran conocidas por todos. Incluso creen que su electorado, y la sociedad en general, ha asumido la ley de amnistía, que era uno de los escollos más difíciles de sortear. Lo que no contaban es que, en la recta final, las exigencias se enconasen y surgiesen más "dificultades" que prefieren no detallar.

"Que nadie piense que esto es fácil", sentencian en el equipo negociador. El estado real de las conversaciones con Junts y ERC, las más complicadas, sólo las conocen con detalle un puñado de personas: Félix Bolaños, ministro de Presidencia en funciones; María Jesús Montero, vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda en funciones; Santos Cerdán, secretario de organización y el propio Pedro Sánchez.

Hermetismo

Al hermetismo del núcleo duro se suma el cerrojo informativo impuesto por el partido para evitar que cualquiera declaración pueda torcer cualquier negociación. La orden es el silencio o, a lo sumo, lanzar balones fuera con respuestas ambiguas y prefabricadas. Cualquier indiscreción, frase errónea o descontextualizada puede dar al traste una negociación con Carles Puigdemont, cuyo carácter "voluble" lleva tiempo trayendo de cabeza al PSOE. También preocupan las rivalidades entre Junts y ERC

Para intentar ganar tiempo, tras la ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios salvo Vox, el PSOE se sacó de la manga una semana de reuniones con colectivos (ciencia, educativos, medioambientales, feministas y agenda 2030). Los asesores socialistas lo defienden como una forma de ir sondeando a la sociedad y de conseguir ideas para el discurso de investidura, que prometen que, de producirse, auguran que será de carácter social para sortear temas espinosos como la amnistía.

¿Repetición electoral?

Otros arquean la ceja y no ocultan que puede haber una intención pre-electoral para animar a los colectivos de la órbita izquierdista. "Nada es descartable", deslizan en el partido. Varios de los asistentes a las reuniones organizadas por Ferraz coinciden en que han visto a Pedro Sánchez "animado" y "positivo" pero sin desvelar la principal incógnita: la fecha de la investidura. "Habrá que esperar todavía unas semanas", afirmó el presidente del Gobierno en funciones en varias reuniones.

¿Pisando el freno?

En Ferraz prometen que, tras una semana que se ha hecho eterna y lenta, Sánchez y sus socios acelerarán el ritmo. Este martes, está previsto que finalicen las votaciones del llamado "Consejo de la República" de Puigdemont. Los socialistas esperan que, a partir de ahí, Puigdemont se vaya moviendo públicamente hacia el sí. También creen viable conseguir el sí de ERC pese a que Pere Aragonés volvió a sacar el referéndum durante su discurso en el Senado. "Su discurso era el esperable", afirman restándole importancia.

Más optimistas son en el PSOE con Sumar. Los socialistas creen que se alcanzará un acuerdo en los próximos días, pese a que Yolanda Díaz ha aumentado las exigencias. Al reconocimiento de Palestina, se suma una reducción de la jornada laboral.

Sánchez partirá este próximo miércoles hacia un Consejo Europeo. Estará fuera de España el jueves y el viernes. El día 31 se producirá la jura de la Constitución de la Princesa Leonor de Borbón. El calendario aprieta para exhibir un acuerdo con el socio minoritario. Hay pocos días libres antes de finalizar el mes de octubre, que es la fecha que se pusieron como límite en Sumar y el PSOE.

Todos con Sánchez

En las federaciones autonómicas se muestran optimistas y descartan que no se alcance un acuerdo entre PSOE, Sumar, PNV, Bildu, ERC y Junts. Dan por hecho que Sánchez volverá a ser investido y rechazan que medidas como la amnistía, cuyos flecos siguen perfilándose, les puedan pasar factura.

"En estos momentos, lo que quiere la gente del PSOE es que gobierne Pedro Sánchez. Así de claro", sentencian en una importante federación. En el interior del partido ha calado la idea de la necesidad de una norma que traiga de vuelta al prófugo catalán. "Que siga allí (en Bélgica) no le va bien a España", sentencia un importante dirigente autonómico que perdió su puesto el pasado mayo. Nadie quiere oír de volver a votar el 14 de enero pero la estrategia de Sánchez sólo la sabe un puñado de personas.

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