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El Gobierno se abre a "singularidades" fiscales para Cataluña

La votación de los Presupuestos catalanes marcará el devenir de las cuentas generales.

La votación de los Presupuestos catalanes marcará el devenir de las cuentas generales.
EFE

Los Presupuestos Generales del Estado, que el Gobierno quiere aprobar antes de acabar abril, tiene una meta volante: Cataluña. Esta tarde, el Parlamento autonómico votará las enmiendas a la totalidad y en Moncloa van a seguir muy de cerca el debate porque saben que marcará el devenir de las cuentas del Estado, en especial del respaldo de ERC.

El cambalache que habrían ideado es que, a cambio del respaldo del PSC de Illa, ERC podría luz verde a las cuentas de Sánchez con una serie de concesiones pero sin ser muy exageradas. Lo que no contaban en el Gobierno central es que los Comunes iban a obstaculizar este proceso.

El partido de Ada Colau, integrado dentro de Sumar, se muestra reticente a aprobar las cuentas de Pere Aragonés. En Moncloa dudan hasta de la influencia de Yolanda Díaz sobre los suyos y ya no descartan que las cuentas catalanas caigan porque prosperen las enmiendas a la totalidad de la oposición. Esto dificultaría conseguir el respaldo de ERC a los Presupuestos.

Singularidades

Cuando en Moncloa sepan qué pasa con los Presupuestos de Pere Aragonés, entonces empezarán a actuar y sabrán si el precio del voto de los dos partidos separatistas sube. "La negociación con ERC está en el aire", reconocen fuentes del Gobierno, aunque ayer la formación de Junqueras dejaba caer que, a cambio de su voto favorable, desean una financiación "singular" o lo que es lo mismo: un cupo similar al vasco.

Este martes, durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, la portavoz de ERC, Sara Bailac, habló de "sensación de agravio" e "infrafinanciación" en Cataluña y propuso "una financiación propia". Sánchez le respondió asegurando que "está cumpliendo con Cataluña" y aprovechó para recordar que quieren impulsar "una ley de financiación multilateral. Más que descartarlo de todo, su intervención sonó a que prefería dar largas a una vieja reivindicación de ERC y Junts. Por la tarde, Hacienda publicó las balanzas fiscales que vienen a desmentir el victimismo nacionalista.

En Moncloa no quieren oír hablar de nuevas exigencias. "Acabamos de salir de un debate muy gordo, esperemos que nos den un poco de oxígeno", pedían fuentes del Ejecutivo pero Puigdemont, a las pocas horas, apretaba pidiendo abordar "la soberanía fiscal". Es decir: el pacto fiscal que también solicita ERC.

En el Ejecutivo se niegan a llegar a ese extremo y aseguran que no está sobre la mesa un concierto al estilo vasco pero sí reconocen que "se puede hablar de reconocer alguna singularidad". De momento, nada más pero ya es una primera concesión y la negociación en serio todavía no ha empezado.

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