Sumar impedirá revertir y alargar el cierre de las nucleares

Los de Yolanda Díaz reafirman su compromiso con las renovables y sellan el destino de las nucleares, cuyo cierre, aseguran, es irreversible, en línea con el calendario que fija su desaparición de forma progresiva desde 2027 hasta 2035. "Nosotros como fuerza de Gobierno nos vamos a oponer, de una manera categórica, al alargamiento o a la modificación del calendario de cierre de las centrales nucleares", ha señalado el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun en rueda de prensa.

Dicen que alargar su cierre supondría un gran coste para los ciudadanos que podría utilizarse para apostar por las renovables. Un posicionamiento que han adoptado aún cuando todavía no se ha planteado esta posibilidad en el seno del Ejecutivo. "Todo el uranio para su funcionamiento proviene del exterior, no nos produce independencia energética; la gestión de los residuos radioactivos es un problema, no tenemos todavía ni siquiera ubicación para enterrarlos. Además es una energía muy cara, aquellos que piden el alargamiento de las nucleares piden que lo paguemos todos los contribuyentes", sostiene Urtasun.

En todo caso reclaman mayor transparencia en una red que tachan como "opaca", aunque todavía y a la espera de conocer las razones del apagón que paralizó a toda la península ibérica, se ahorran señalar culpables, mientras se muestran satisfechos con la gestión realizada por el Gobierno.

"Para acabar de dirimir responsabilidades hay que esperar a que la investigación termine", ha señalado Urtasun, anticipando que aún pasarán "algunos días" antes de contar con un diagnóstico preciso sobre lo ocurrido. Ha explicado que resulta complejo obtener respuestas en un plazo tan breve, dado que el sistema eléctrico cuenta con más de 60.000 puntos de control, lo que dificulta identificar el origen del fallo "en pocas horas". Una justificación que se produce una semana después del gran apagón.

Además en Sumar redoblan su apuesta por la intervención exigiendo que la red eléctrica pase a control estatal, al considerarla una infraestructura estratégica para que "esos beneficios tan grandes que tiene Red Eléctrica puedan revertirse en el sistema". Extienden esta ambición a las hidroeléctricas, que dicen, habrían sido parte de la solución si no hubieran estado paralizadas por "criterios de mercado".