1989-2009: Veinte años sin Muro

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Ich bin ein Berliner

Por Horacio Vázquez Rial

Aquella pared de Berlín, no muy gruesa, no más gruesa que las que cierran las cárceles corrientes, y de algo más de tres metros, resultó muy resistente, e hizo falta un halcón muy astuto como era Reagan para echarla abajo.

Aprendiendo a ser libres

Por Luis I. Gómez

Los ossis creen que no han sido auténticamente aceptados por sus compatriotas occidentales. Los westler dicen haber tenido que correr ellos solos con los gastos de la reunificación. Los alemanes, en fin, siguen siendo aprendices de hombres libres. Como nosotros.

La fortaleza inexpugnable

Por Fernando Díaz Villanueva

Las cruces junto al muro delantero conmemoran el crimen y sirven de recordatorio a los berlineses: la herida, aunque ya cicatrizada, no debería olvidarse jamás.

El picnic que derrumbó el Muro

Por Bárbara Ayuso

Honecker, penúltimo líder de la RDA, murió convencido de que el responsable de la conjura que precipitó la caída de su régimen fue el último emperador de Austria-Hungría, Otto de Habsburgo.

La historia del Muro

Diseño: Christian Camacho