El estadounidense Ariel Castro, quien mantuvo secuestradas a tres jóvenes durante una década en su casa de Cleveland (Ohio, EEUU), se declaró este miércoles no culpable de los cargos de secuestro y violación presentados contra él.
Un gran jurado acusó a Castro de dos cargos de homicidio agravado por obligar a abortar a una de las jóvenes cautivas, junto a 139 cargos de violación, 177 de secuestro, 7 de abuso sexual, 3 de asalto criminal y uno por posesión de armas.
Los cargos contra Castro, de 52 años, están relacionados con el secuestro y violación de Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight, quienes fueron rescatadas el pasado 6 de mayo tras permanecer en cautiverio entre 9 y 11 años. Según las autoridades, los cargos cubren el período entre agosto de 2002 -cuando desapareció Knight, la primera presunta víctima de Castro- y febrero de 2007.
La Fiscalía ha asegurado que la investigación sobre el caso continuará y que dejan la puerta abierta a la posibilidad de solicitar pena de muerte para el acusado, de origen puertorriqueño, una vez revise el caso un comité especial asignado.
Derecho a la privacidad de las víctimas
La noticia de que habían encontrado a las mujeres con vida conmocionó a la zona de Cleveland, donde dos de las víctimas eran muy conocidas tras años de búsqueda. Las tres mujeres, Berry, de 27 años; DeJesús, de 23, y Knight, de 32, han regresado a vivir con sus familiares, pero sus abogados han pedido a los medios de comunicación que respeten su derecho a la privacidad.
Berry tuvo una hija con Castro y, según un informe policial, éste no sólo obligó a Knight a que la ayudase a dar a luz en una piscina hinchable, sino que la amenazó de muerte si el bebé, que dejó de respirar brevemente, fallecía. Knight salvó la vida del bebé, ahora una niña de 6 años, con la ayuda de respiración artificial.
Castro permanece bajo custodia policial en una cárcel del Condado de Cuyahoga y afronta una fianza de ocho millones de dólares.