El gobierno de EEUU regresa al punto en que se encontraba hace dos semanas y llega el momento de los balances. Económicamente, las consecuencias del shutdown se cifran en una pérdida de entre 12 mil y 24 mil millones de dólares, dependiendo de los datos Macroeconomic Advisers y Standard & Poor’s.
Políticamente, ambos partidos salen perjudicados de estas semanas de tensión, según la más reciente encuesta de Gallup. En ella, un 60% de los ciudadanos -cifra récord- expresa la necesidad del surgimiento de un tercer partido, ante el descrédito de republicanos y demócratas. Pero, entre ellos dos ¿quién sale ganando y quién perdiendo con el shutdown? O mejor dicho, ¿cuál de los dos partidos sale menos perjudicado? Porque incluso cuando todos pierden, alguien sale beneficiado.
Republicanos: el coste del 'farol'
Las cifras confirman lo rematadamente mal que les ha salido la jugada a los republicanos, al menos de cara a la opinión pública. La encuesta del ABC News/Washington Post sitúa en un 74% los ciudadanos que desaprueban la estrategia de los conservadores, mientras que The Wall Street Journal rebaja esa cifra en al 53%. En cualquier caso, salen perdiendo, porque la mayoría del país les culpa de la crisis presupuestaria y de poner en riesgo la economía del país.
El coste de la jugada les ha salido caro a los republicanos, sobre todo porque no han conseguido nada: el desarrollo del Obamacare saldrá adelante tras 16 días de cierre parcial de la Administración federal. Lo que han conseguido es casi testimonial: apenas una cláusula en la que se adopta el compromiso de verificar el nivel de renta de quienes reciban ayudas para sufragar el seguro médico. Ya está: ni se demora su entrada en vigor ni se consigue que la ciudadanía amplíe su rechazo al sistema. En 2011 el 24% de los estadounidenses rechazaba la reforma sanitaria y ahora la cifra se ha reducido hasta el 14%, según los datos de Gallup.
Pero el mayor desgaste de los republicanos se lo lleva John Boehner. En esta crisis ha tenido que mediar entre las dos facciones abiertamente enfrentadas que presionaban en sentidos opuestos. Al final ha cedido ante el ala moderada y no ha llevado hasta las últimas consecuencias el plan de los congresistas del Tea Party, evitando el cierre del gobierno ante el temor ante una "hecatombe" económica.
En el horizonte republicano se perfilan ahora dos grandes retos: qué hacer con Boehner y cómo recuperar terreno antes de las legislativas que se celebrarán el próximo otoño. Hasta ahora, los demócratas tenían pocas posibilidades de hacerse con el control de la cámara, pero muchos analistas ya empiezan a barruntar esta posibilidad, si saben aprovechar este impulso. No obstante, habrá que ver si el impacto es duradero: un año es mucho tiempo.
Esperanza para los demócratas
Que los republicanos hayan salido perdiendo no significa, necesariamente, que Barack Obama salga reforzado de la crisis. Más bien al contrario. El índice de aceptación de la gestión del presidente está en mínimos históricos (43,9%) según refleja el tracking diario de ADVICE Strategic Consultants, mientras que el índice que Gallup lo reduce hasta el 42%.
Con todo, Obama sigue siendo la figura política más valorada de las encuestas, entre los protagonistas de esta crisis. Según NBC, supera al Partido Demócrata (39% favorable, 40% desfavorable) al senador Ted Cruz (14% favorable, 28% desfavorable) y a Harry Reid (18% favorable, 28% desfavorable) y John Boehner (17% favorable, 42% desfavorable).
Si a los republicanos les suspendía el 76% de los estadounidenses, a los demócratas en el Congreso les suspende el 68% de los encuestados, cinco puntos más que al inicio de la crisis. Es decir, que nadie gana... pero los demócratas pierden menos, y tienen más posibilidades de aprovechar la tesitura actual.
El partido del asno se aferra, como todos, a los resultados más optimistas, como esta encuesta de NBC que directamente les augura el mejor escenario posible en las elecciones de 2014. Según estos datos, tras el shutdown el 47% prefiere un congreso controlado por los demócratas, que ahora mismo necesita recuperar 17 escaños para hacerse con el control.
Quizás el mejor resumen de la situación política que queda tras el shutdown sea este titular de la CNN: "Nadie gana, pero no hay perdedor más grande que los republicanos".