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El siniestro Joe Biden: denuncias sexuales, comportamientos extraños, delirios y colaboración con BLM

El mainstream mediático oculta el controvertido historial del candidato demócrata a la presidencia de EEUU.

El mainstream mediático oculta el controvertido historial del candidato demócrata a la presidencia de EEUU.
Joe Biden agarra del brazo a una joven | Youtube

Joe Biden, el candidato demócrata que lucha por hacerse con la presidencia de Estados Unidos, cuenta con un poderoso aparato mediático a sus espaldas que está haciendo todo lo posible por silenciar los escándalos sexuales de los que ha sido acusado. A esto se suma su deterioro cognitivo, que está quedando evidenciado en muchas de sus apariciones públicas recientes y que también está siendo tapado a duras penas.

Tampoco el mainstream revela el apoyo de la extrema izquierda liderada por Black Lives Matter y Antifa a Joe Biden. Compañeros políticos del que fuera exvicepresidente de Obama ya han manifestado que es un mero títere en manos de los socialistas de Bernie Sanders. Muchos de ellos ya han dicho adiós al partido, dada la trayectoria suicida a la que Biden parece abocarlos. Uno de ellos es John J. Deberry Jr., representante demócrata por Memphis, quien ha renunciado a su partido por no condenar las manifestaciones violentas de Black Lives Matter. El político ha dicho "no" a la senda que sigue Joe Biden.

Y mientras tanto Xi Jinping toma asiento para ver el espectáculo. Funcionarios del Partido Comunista Chino ya han manifestado que desean que gane el demócrata en las elecciones.

Ahora bien, ¿se imaginan a un candidato de la derecha republicana con semejantes antecedentes? ¿Qué es lo que el establishment y el movimiento feminista de izquierdas #MeToo esconden sobre Joe Biden? ¿Hasta dónde llega el sectarismo?

Hermana, a ti no te creen

"Joe Biden me empujó contra la pared, puso las manos bajo mi falda y la penetró con sus dedos sin mi consentimiento. Recuerdo que todo pasó a la vez…", es la acusación por agresión sexual que Tara Reade, exasistente personal en la oficina del Senado de Joe Biden, en la década de los noventa, ha realizado contra él. Este pasado marzo transmitió un informe a la policía y denunció a Biden por lo ocurrido en las oficinas del Capitolio en el año 1993. No es la primera vez que lo hace. Su madre ya apareció ese mismo año en el famoso programa de Larry King contando desesperada lo sucedido.

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Tara Reade, exasistente de Joe Biden, denuncia al candidato demócrata por acoso sexual

Ningún medio de izquierdas se ha hecho eco de esta nueva denuncia que Tara Reade hace tan solo unos meses. El movimiento #HermanaYoSiTeCreo, en su versión americana #MeToo, obvió las duras declaraciones de Reade. No le hicieron ni caso. A esta "hermana" no la creían. Es más, el portal de investigación periodística y de ideología izquierdista, The Intercept, informó que el fondo de defensa legal Time’s Up, creado para ayudar a mujeres que han sido violadas o víctimas de agresiones sexuales, "se negó a financiar una investigación sobre las denuncias contra Biden". ¿Por qué?

Tara Reade pidió defensa legal a Time’s Up en enero de 2020. Los abogados le respondieron que "no podían ayudarla porque Biden es candidato a un cargo federal, y dar lugar a una denuncia en su contra podría poner en riesgo el carácter de Time’s Up como organización sin fines de lucro". Pero, la realidad va más allá. Según apunta The Intercept, la empresa de relaciones públicas que representa al fondo de defensa legal Time’s Up es SKDKnickerbocker, cuya directora general, Anita Dunn, es la principal asesora de la campaña presidencial de Biden. Oh, casualidad. Blanco y en botella.

El "siniestro Joe" (Creepy Joe), como lo suele llamar Donald Trump, se rasgaba las vestiduras defendiendo al movimiento #MeToo. A las mujeres había que creerlas porque si denuncian un abuso o agresión es que "es que, en esencia, es real", insistía Biden una y otra vez. Pero ahora es él el que está siendo acusado, y la cosa cambia. Los demócratas le han dado la espalda al #MeToo para proteger a su candidato. El feminismo ya para otro día.

Tras las escandalosas declaraciones que lo inculpaban, en una entrevista en MSNBC, el exsenador demócrata negó la mayor: "Nunca sucedió". Pero Tara Reade insiste en que se reabran los Archivos Nacionales y los documentos de la Universidad de Delaware. "Allí están todas mis quejas y denuncias". Curiosamente, la Universidad de Delaware no está por la labor de reabrir nada, según informó la cadena Fox que intentó pedir sin éxito dichas denuncias, "después de haber presentado solicitudes para los registros bajo el Acta de Libertad de Información (FOIA) el mes pasado, la Universidad de Delaware citó una disposición en la ley que, supuestamente, la exime de revelar información no relacionada con "fondos públicos".

Locas por Biden

Y Tara Reade no es la única. Según la Fox y MSNBC, siete mujeres más han acusado de abuso y trato inapropiado a Biden. Una de ellas es Lucy Flores, una expandillera, candidata a la vicepresidencia de Nevada por el Partido Demócrata. La política indicó el pasado 29 de marzo que, el entonces vicepresidente Biden, "se colocó detrás de ella, le puso las mano en los hombros y olió su pelo antes de depositar lentamente un gran beso en la parte posterior de su cabeza". Ocurría durante un evento de campaña en 2014, cuando se postulaba como demócrata para vicegobernadora de Nevada.

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Lucy Flores, pese a que dijo que Biden la acosó, ha admitido que le votará con tal de echar Trump

Ella misma lo escribió en un ensayo, según recoge Chicago Tribune, pero, pese a todo y a sabiendas de que el comportamiento de Biden la violentó al sentirse acosada, dijo que lo apoyaría para las elecciones, ya que "era más importante sacar a Trump de la Casa Blanca, que lo que le había pasado a ella".

Igualmente, el sectarismo de las mujeres demócratas, "fervientes feministas" según dicen, va muy lejos, más allá de lo que se piensa. La doble vara de medir es la tónica habitual en el partido. La misma representante Ilhan Omar, una radical izquierdista del Partido Demócrata, afirma que cree que es verdad la agresión sexual a Tara Reade de Joe Biden, pero que le da igual, es el candidato que hay. "Creo en Tara Reade. Hay muchas cosas desagradables, pero votaré en las elecciones por Biden si eso significa evitar que vuelva a gobernar Donald Trump", contestó en Sunday Times.

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Ilhan Omar, la demócrata de izquierda radical afirmó que creía la denuncia de Tara Reade, pero que apoyaría a Biden

De hecho, la mismísima Kamala Harris, recién elegida como su número dos por Biden creía a las presuntas víctimas de Biden. El "Yo sí te Creo" le duró poco a Kamala. Al ser nombrada candidata a la Vicepresidencia decidió guardarse en el bolsillo la fe en sus hermanas.

Hasta Clara Masters, otra política demócrata, reconoció que "se sentía hipócrita" por apoyar a Biden, "pero que hay demasiado en juego". Todas las mujeres demócratas han mostrado estar locas por Biden.

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Kamala Harris creía en las supuestas víctimas de Biden hasta que la nombró vicepresidenta

Biden y las niñas

Y ninguna de las féminas demócratas citadas, tampoco medios de comunicación o colectivos de izquierda, quieren hablar sobre el extraño comportamiento de Biden con niñas y mujeres.

El vídeo, que circula en Youtube, y ya está siendo censurado por Twitter, muestra cómo el candidato demócrata a la Casa Blanca toca a las niñas, las besa, se roza con ellas, les huele el pelo y les susurra a todas que "no tengan citas con chicos hasta los 30 años". Algo que ya han calificado en las redes como "vomitivo", "repulsivo", "repugnante" y ha servido de campaña a los republicanos.

"Soñoliento Joe", ¿demencia senil?

Otro de los apodos de Trump hacia el candidato demócrata es el de "Sleepy Joe", debido a que parece que se queda dormido o está ido en sus intervenciones públicas. Pero esto no solo sería un ataque del presidente republicano, en los círculos de Biden se cuestiona la salud mental del político.

The Intercept, el mismo medio izquierdista que informó sobre el asunto de Tara Reade, escribe en su editorial sobre el "preocupante declive cognitivo" de Joe Biden. Asimismo el entorno de Bernie Sanders estaría haciendo bromas sobre el estado senil del exvicepresidente de Obama. En medios online como The Young Turks se lo ha descrito como alguien que está "senil o casi senil".

Los lapsus y meteduras de pata del candidato demócrata suelen provocar verdaderos quebraderos de cabeza entre sus asesores de prensa. El lavado de imagen es continuo, pero poco se puede hacer en los directos donde Joe dice lo que le viene en gana. Una cuestión que no pasa por alto entre los americanos que ven con estupor que alguien como Biden vaya a pilotar el país más poderoso del mundo.

Entre sus declaraciones más polémicas y totalitarias se encuentra la que respondió a un periodista negro recientemente: "No eres negro si votas a Trump", espetó Biden para asombro de su interlocutor.

O cuando sentenció que "los niños pobres son tan brillantes y talentosos como los niños blancos". Y es que entre los despistes, olvidos y desorientaciones varias, Biden deja con el corazón en un puño a los realizadores de televisión cuando se queda en blanco y durante segundos no dice nada, como si se hubiera marchado a otro lugar. Pero es que cuando articula palabra, quizás la cosa es peor. El candidato demócrata llegó a decir durante un almuerzo que "Obama es el primer negro limpio, con un discurso articulado y con buena pinta".

En otro de sus lapsus, pidió a los estadounidenses "que escuchen los debates en un tocadiscos". Más grave aún fue el momento en el que confirmaba que "él es el marido de Joe Biden" y que derrotará a Joe Biden.

Y hay más. El demócrata confundió a Angela Merkel con Margaret Thatcher; no recuerda cómo se llamaba su exjefe Barak Obama, y no da una con los números y cifras. Se le olvidan las frases en mitad de un mitin o directamente deja helados a los asistentes lanzando preguntas sin sentido. Como lo ocurrido en un acto público en el que Biden creyó que China era Corea del Norte. En ese mismo evento, dejó de hablar y muy aturdido se preguntó a sí mismo: "¿Por qué me paro si nadie se para? Si nadie me para, ¿por qué me paro?".


Marxistas de BLM con Biden

Y a las marxistas feministas de Black Lives Matter, Alicia Garza, Patrisse Cullors y Opal Tometi, poco les importa las meteduras de pata y las acusaciones de agresión sexual que pesan sobre Biden. Ellas tienen claro que su candidato es el demócrata. Tienen razones que valen su peso en dólares.

La fundación de los demócratas ActBlu ha invertido en el movimiento izquierdista BLM 40 millones de dólares. En este sentido, el compromiso de Biden con el socialismo bajo el sello Black Lives Matter ha quedado patente en sus intervenciones públicas y en la financiación que les están otorgando. Práctica y literalmente, Joe y su equipo se han arrodillado.

Tanto es así, que el político ha reafirmado en su cuenta de Twitter que si quieren que se acabe con la violencia Antifa y callejera "deben votar a los demócratas y sacar a Trump del gobierno americano". Una propuesta que ha sido vista como una amenaza entre los americanos de clase media. "¿Acaso si no voto a Biden va a ordenar quemar mi barrio a BLM?", era la pregunta que más se hacían los usuarios en las redes tuiteras.

Por su parte, el Partido Comunista Chino ha depositado todas sus esperanzas en el Partido Demócrata para volver a ganar peso en EEUU. Joe Biden, al contrario que Trump y otros mandatarios europeos, no ha criticado la responsabilidad de Xi JinPing en la pandemia del coronavirus.

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Xi JinPing y Joe Biden

No obstante, Biden no las tiene todas consigo. Los republicanos están acortando distancias en las encuestas. Los demócratas andan nerviosos y están intentando que no haya debate televisado con Donald Trump. El presidente republicano ya ha anunciado que "está deseando devorar a Creepy Joe" en directo. Por su parte, Joe Biden ya ha comunicado que está en plenas condiciones cognitivas. Su equipo no parece pensar lo mismo y el imperio mediático izquierdista señala que "no merece la pena debatir con Donald Trump". Una jugada que no les ha salido bien, puesto que el debate ya está previsto para finales de septiembre.

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