Directos al californiano Valle de la Muerte, con paisajes desérticos propios de otro planeta y con temperaturas casi extraterrestres. Hasta 54 grados Celsius, 129 Fahrenheit. El termómetro de la entrada al centro de visitantes es un reclamo turístico más para viajeros valientes en mitad de una abrasadora ola de calor. "La temperatura no es una preocupación", dice este motero sin perder la sonrisa. El paisaje supera el dolor del calor. Hasta aquí llegan parejas que celebran sus bodas de plata, para quienes cada minuto merece la pena. Asumido el calor insufrible, llegar aquí merece la foto. Y más este año con esta ola de calor aún en primavera porque es pronto para llegar a estas temperaturas, asegura la portavoz del Parque Nacional del Valle de la Muerte. Todos los años llegan a 54 grados. El récord fue en 1913 cuando llegaron a 57. Veremos si este año la marca se supera.
