
Con un ajustado margen en los últimos comicios, el voto de Pensilvania ha sido decisivo, y en esta ocasión, los esfuerzos para movilizar a grupos tradicionalmente desvinculados de la política, como los amish, han sido un factor clave.
Un estado decisivo: la clave de Pensilvania
Con sus 19 votos electorales, Pensilvania es uno de los estados más codiciados en el mapa electoral estadounidense. Según datos de las elecciones de 2020, Joe Biden ganó este estado por un margen de tan solo 81,660 votos. Sin embargo, en 2024, la situación ha cambiado significativamente, con un crecimiento en la participación de votantes que normalmente se mantenían al margen. Esto incluye a comunidades Amish, además de sectores antiwoke y votantes hispano-latinos que se inclinaron por Trump debido a su postura en temas clave como la libertad religiosa, el conservadurismo social, y una visión de gobierno limitado.
La movilización de los Amish: un grupo tradicionalmente desvinculado de la política
La comunidad amish, conocida por su estilo de vida simple y su rechazo a la tecnología, ha sido históricamente apolítica. Según el Amish PAC, una organización fundada en 2016 para movilizar el voto amish, el porcentaje de amish que participan en elecciones presidenciales ha sido bajo, normalmente menos del 10% de la población de esta comunidad en Estados Unidos. Sin embargo, en las últimas dos elecciones, el interés en esta comunidad ha aumentado. Este año, el esfuerzo de grupos conservadores como "Early Vote Action", fundado en 2023, ha sido decisivo.
Till och med Amish röstade på Trump. pic.twitter.com/nrBDbI3Gq6
— William Helsing (@Helsingsays) November 6, 2024
Según The Economist, Scott Presler, fundador de este grupo, ha liderado una campaña de puerta a puerta en mercados agrícolas y talleres amish en el condado de Lancaster, distribuyendo materiales de registro de votantes y promoviendo el voto anticipado por correo para evitar la presión social de votar en persona. Estos esfuerzos parecen haber dado frutos. En 2024, se estima que la participación amish aumentó notablemente en condados de alta concentración amish como Lancaster. Según The Economist, entre 2016 y 2020, el número de votantes registrados entre los amish en Lancaster se duplicó, superando los 4,000. De estos votantes registrados, más del 90% están registrados como republicanos, lo que refleja una afinidad ideológica con la postura conservadora de Trump en temas clave como el control gubernamental y la libertad religiosa.
https://x.com/MarioNawfal/status/1853276792062411025
La cultura Anti-Woke
El movimiento antiwoke también ha tenido un papel crucial en movilizar el voto. La comunidad amish y otros sectores rurales de Pensilvania comparten un enfoque que rechaza la ideología "woke" asociada con los demócratas. La percepción de que los valores tradicionales están siendo amenazados por políticas progresistas en temas de género, religión y educación ha servido como catalizador para atraer a estos votantes hacia la campaña de Trump. Según el director de Early Action Vote, Jondavid Longo, "el movimiento MAGA" se opone a la "burocracia excesiva y las restricciones del gobierno" que, en palabras de Longo, "resuenan profundamente en la comunidad Amish." Un ejemplo de este conflicto fue el caso de Amos Miller, un agricultor Amish cuyo negocio fue multado por el estado debido a la venta de leche cruda, considerada ilegal en algunas jurisdicciones. Estos incidentes han reforzado la narrativa de que el gobierno interviene excesivamente en las vidas de los ciudadanos, un argumento central de la campaña republicana que atrajo a votantes amish y antiwoke a las urnas.
When the Amish are voting for Trump, you know he is the way to peace for this country. pic.twitter.com/VJ7eqY2oIb
— The Heart Speaks (@SGabardi1111) November 4, 2024
Un cambio en el panorama electoral
El impacto de la movilización de votantes Amish y el incremento en la participación de votantes antiwoke ha resultado en un cambio notable en el resultado electoral de 2024. En comparación con las elecciones de 2020, en las que Biden se alzó con la victoria en este estado por una estrecha diferencia, el apoyo hacia Trump ha crecido considerablemente.Esto se ha reflejado no solo en los condados de Lancaster y áreas predominantemente amish, sino también en otros condados rurales donde el voto antiwoke han ganado peso.
Los datos de participación reflejan que la campaña de los republicanos ha sido exitosa en atraer a votantes que anteriormente no estaban involucrados en el proceso electoral. El uso del voto anticipado y el correo, métodos promovidos específicamente para la comunidad amish por organizaciones conservadoras, ha permitido una mayor participación en comparación con ciclos anteriores. Según The Economist, este cambio en la estrategia fue esencial, dado que el día de las elecciones coincide con las tradicionales bodas amish, lo cual podría haber disminuido la participación de no haber sido por la opción del voto anticipado. Además del papel crucial que ha jugado la comunidad amish y el voto antiwoke, otro factor que ha consolidado la victoria de Donald Trump en 2024 es el cambio de tendencias dentro del voto hispano - latino. Tradicionalmente alineado con el Partido Demócrata, el voto hispano-latino ha virado notablemente hacia el republicano. Según una encuesta a pie de urna realizada por la National Election Pool (NEP), el expresidente Donald Trump obtuvo el 45% del voto latino en las elecciones de 2024, un aumento significativo respecto al 32% que logró en 2020. Por su parte, la candidata demócrata Kamala Harris recibió el 53% del apoyo latino. Este crecimiento refleja un cambio de prioridades en los votantes latinos, quienes se han mostrado más preocupados por la inflación y la economía doméstica.
La creciente inflación y el encarecimiento de productos básicos, asociados a factores globales como la guerra en Ucrania y las secuelas económicas de la pandemia, han sido determinantes en el apoyo hispano-latino a Trump. Este electorado percibe al exmandatario como una figura capaz de estabilizar la economía, basándose en la situación que vivieron durante su primer mandato, cuando la economía estadounidense experimentó una de sus mayores expansiones.
