El papa Francisco, el patriarca ecuménico Bartolomé y el arzobispo de Atenas y de toda Grecia Jerónimo II emplazaron hoy a la comunidad internacional a que afronte "con valentía" la crisis de refugiados y aumente sus "esfuerzos diplomáticos y políticos" para resolverla.
Durante su visita a la isla griega de Lesbos los tres líderes religiosos firmaron una declaración conjunta en la que piden una respuesta más solidaria ante la crisis de los refugiados.
En esta declaración describen la situación como "una de las más graves crisis humanitarias desde el final de la Segunda Guerra Mundial" y solicitan a la comunidad internacional que responda con "solidaridad, compasión, generosidad y un inmediato compromiso efectivo de recursos".
Aunque reconocen el esfuerzo que ya se ha realizado inquieren "a todos los líderes políticos que empleen todos los medios para asegurar que las personas y las comunidades, incluidos los cristianos, permanezcan en su patria y gocen del derecho fundamental de vivir en paz y seguridad".
"Con firmeza y con todo el corazón"
Los tres líderes religiosos piden a las comunidades religiosas que reciban, asistan y protejan a más personas, y a todos los estados que "extiendan el asilo temporal, ofrezcan el estado de refugiados a quienes son idóneos, incrementen las iniciativas de ayuda y trabajen con todos los hombres y mujeres de buena voluntad por un final rápido de los conflictos actuales".
Esta visita a Lesbos, que solo durará unas horas, busca "infundir ánimo y dar esperanza a quien busca refugio y a todos aquellos que los reciben y asisten" tal y como explican los tres líderes religiosos en el documento que pide "con firmeza y con todo el corazón intensificar nuestros esfuerzos para promover la unidad plena de todos los cristianos". La declaración insta por último a la comunidad internacional a "que la protección de vidas humanas sea una prioridad".
Este viaje del papa Francisco, el patriarca Bartolomé y el arzobispo Jerónimo II, que ha incluido la visita al campo de detención de Moria, se da cuando el acuerdo de emigración entre la Unión Europea y Turquía lleva en marcha casi un mes.