El presidente del Consejo Regional de Provenza-Alpes-Costa Azul, Christian Estrosi, ha anunciado este domingo que está preparando junto a otros cargos electos de los Republicanos una salida "digna" para el candidato presidencial, François Fillon, imputado por los empleos ficticios de su mujer, Penelope Fillon.
"En las próximas horas vamos a proponer una iniciativa (...). Me niego a conducir a los militantes y electores a un suicidio colectivo", ha afirmado Estrosi en declaraciones a la televisión BFMTV. Estrosi considera que si Fillon se mantiene como candidato, se podría facilitar la victoria de la ultraderechista Marine Le Pen.
Esta iniciativa cuenta con el respaldo de la exministra y exportavoz del Gobierno Valérie Pécresse y del exministro Xavier Bertrand y facilitaría una salida "digna" para Fillon. "Es imprescindible una opción diferente" que no debe "humillar" a Fillon.
Por ello, plantean presentar una declaración en cuestión de horas que muestre "el camino a seguir". "Ya no se puede lograr una mayoría de los franceses" con Fillon, ha argumentado.
Penélope Fillon rompe su silencio
Penélope Fillon ha defendido este domingo en una entrevista que los trabajos que realizó para su marido fueron reales, y le ha animado a que mantenga su candidatura de cara a los comicios de abril.
"Necesitaba a alguien que realizara esas tareas, si no hubiera sido a mí habría pagado a otra persona para hacer ese trabajo, por lo que decidimos que fuera yo", ha explicado la esposa de Fillon en una entrevista con el diario Le Journal du Dimanche.
En su primera aparición pública desde que se originó la polémica por sus trabajos como asesora, Penélope Fillon ha afirmado que cada día respalda a su marido para "que continúe hasta el final", pero que será Fillon el que tome la decisión final.
Esta semana, distintos diarios galos han cifrado en 900.000 euros el dinero cobrado por la mujer del aspirante presidencial de Los Republicanos gracias a una serie de empleos que en realidad no llegó a prestar, principalmente por su supuesta labor como asistente parlamentaria de su marido y de quien le sucedió en el escaño.
El caso ha llevado a intervenir a la Fiscalía Financiera gala, que ha abierto una investigación para determinar si realmente Penélope Fillon ejerció los empleos por los que cobraba dinero público. Según una nueva edición de Le Canard Enchaîné, los investigadores "no han encontrado ningún indicio material" de dichos trabajos.
Fillon pidió el lunes perdón a los franceses por el "error" de contratar a familiares, aunque insistió en que todo se hizo conforme a la legalidad. El escándalo le ha costado el desplome en las encuestas al candidato conservador, donde ya figura fuera de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Fillon, sin embargo, ha subrayado que no dimitirá salvo que sea imputado formalmente por el denominado Penelopegate.