El rey Carlos está, oficialmente, enfermo de cáncer. Hace unos días salía de una clínica de Londres saludando y sonriente. Había acudido para recibir tratamiento por un agrandamiento de próstata. Es allí donde le fue detectado este cáncer del que no se ha dicho nada más. El monarca ha querido que se sepa para evitar que se hagan conjeturas sobre su estado de salud ante las visitas frecuentes al hospital.
Los médicos le aconsejan suspender la actividad pública que podría repartirse entre la reina Camila y su hijo Guillermo.