La asistencia de casas reales, jefes de Estado y de gobierno al funeral de Estado del papa Francisco es, sin duda, una labor diplomática de primer nivel. Se trata de la mayor concentración de personalidades internacionales desde el funeral de San Juan Pablo II o el de la reina Isabel II de Inglaterra.
Esta labor diplomática incluye el tradicional ‘sitting’ protocolario, es decir, la asignación de puestos y asientos, y que puede traer más de un quebradero de cabeza o crear un conflicto diplomático si no se hace correctamente.
Los servicios de protocolo de la Santa Sede barajan siempre dos opciones a la hora de ubicar a los asistentes: la primera, siguiendo el orden alfabético en francés- que es la lengua oficial de la diplomacia vaticana- y la segunda, tomando como referencia la fecha del establecimiento de las relaciones diplomáticas de cada país con la Santa Sede. En esta ocasión se ha elegido la asignación por orden alfabético en francés, pero con una serie de matices a la hora de ocupar las primeras filas.
Las delegaciones internacionales de casas reales, jefes de Estado y de gobierno se situarán al lado derecho de la plaza, junto al altar, mientras que en lado izquierdo se situarán los cardenales, arzobispos, obispos, párrocos de Roma, canónigos de San Pedro y demás religiosos católicos, colocados por orden de importancia, así como los patriarcas de la iglesia ortodoxa y los patriarcas de Constantinopla, Alejandría y Armenia, entre otros.
Las primeras filas reservadas a las delegaciones internacionales están reservadas a los jefes de Estado, pero se da prioridad a dos: en primer lugar a Italia, con el presidente Sergio Mattarella y la primera ministra, Giorgia Meloni; y en segundo lugar, a Argentina, país natal de Francisco, que estará encabezada por su presidente Javier Milei.
Las primeras filas serán ocupadas por las Casas Reales católicas, por lo que Don Felipe y Doña Letizia, junto a la reina Sofía. Compartirán espacio, de izquierda a derecha y por orden alfabético, con Felipe y Matilde de Bélgica, el Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo, los príncipes Alberto II y Charlène de Mónaco, así como del copríncipe de Andorra y obispo de la Seo de Urgell, Joan Enric Vives, y el Gran Maestre de la Orden de Malta, frey John T. Dunlap.
El resto de reyes que no profesan la fe católica también ocuparan esta primera fila, pero no en una posición tan privilegiada. Serán la reina Mary de Dinamarca, los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia, así como los príncipes herederos como el príncipe Guillermo de Inglaterra, los príncipes Haakon y Mette Marit de Noruega, el príncipe Alois y Sophie de Liechtenstein y el príncipe Mulay Hassan de Marruecos.
A partir de la segunda fila, es donde empieza el auténtico "encaje de bolillos" para evitar controversias en el aspecto diplomático, que es situar a los presidentes de gobierno. Si se sigue el alfabeto francés, el presidente de Estados Unidos Donald Trump y su esposa Melania, se encontrarán en la misma fila que el presidente francés Emmanuel Macron. También se situarán, a partir de la segunda fila, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres , los representantes de la Unión Europea -con los presidentes del Consejo, de la Comisión y del Parlamento, Antonio Costa, Ursula von der Leyen y Roberta Metsola.
Los otros jefes de de Estado más cercanos al altar, serán los alemanes, Frank Walter Steinmeier y el canciller Olaf Scholz, con sus homólogo albanes Bajram Begaj y el de Angola João Manuel Gonçalves Lourenç.
También el presidente brasileño, Lula da Silva acompañado de su esposa, junto a la gobernadora general de Canadá, Mary Simon, y los jefes de Estado de Cabo Verde y Chipre, así como el presidente de Ecuador, Daniel Noboa y el resto de presidentes confirmados.
Quién también confirmó su asistencia, ya que cmantenían una estrecha relación, es el ex presidente estadounidense Joe Biden que formará parte de la delegación pero unas filas por detrás de Trump, en el lugar donde se ubicarán los ministros, otros miembros de las delegaciones o los embajadores.
Las delegaciones internacionales llegarán a la hora indicada a la Puerta del Perugino. Accederán a la plaza de San Pedro por un acceso lateral donde serán recibidos por el prefecto de la Casa Pontificia, Leonardo Sapienza. Desde ahí, el personal del ceremonial pontificio acompañará a los acompañe a su posición.