La presidenta argentina parece respirar un poco después de que un juez federal de Buenos Aires haya desestimado la denuncia presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman contra ella y otros altos cargos –como el ministro de Exteriores Héctor Timerman– por el presunto encubrimiento de los terroristas responsables del atentado contra la AMIA en 1994. Según Daniel Rafecas, no se dan los elementos necesarios para que prospere la denuncia, lo que también supone descartar la solicitud de imputación contra Cristina Fernández de Kirchner presentada este mes por el fiscal Gerardo Pollicita.
Se da la circunstancia que este jueves la presidenta decidió hacer algunos cambios en su gabinete. Así, designó como jefe de Gabinete a Aníbal Fernández, quien hasta ahora ocupaba el puesto de secretario general de la Presidencia, lugar que estará encabezado ahora por el diputado Eduardo "Wado" de Pedro, miembro del Consejo de la Magistratura y que proviene de La Campora, la agrupación de juventudes kirchneristas. Para algunos se trata de una decisión normal en un año electoral –las presidenciales y legislativas serán el 25 de octubre– mientras que para otros no tiene nada de casual.
La diputada Elisa Carrió cree existe "un juego" detrás de estos cambios vinculado a la decisión del juez de no investigar. "Todo cierra perfectamente" dice en declaraciones publicadas por el diario La Nación, y agrega que "la designación de Wado De Pedro "seguramente es producto de haber negociado con el juez para que no investigue a la presidenta y para que desestime la denuncia". Sobre la designación de Aníbal Fernández, la legisladora dice que "un hombre investigado y sospechado en diferentes causas como la de la mafia de la efedrina y la narcocriminalidad, sea designado como Jefe de Gabinete demuestra a qué punto Cristina Kirchner no tiene voluntad de combatir ningún delito, sino de encubrirlo"
Pero la diputada por la Coalición Cívica para la Afirmación de una República Igualitaria (CC-ARI) va más allá y dice que lo que está ocurriendo es que "están organizando un autogolpe" y por eso señala que la presidenta, en su tradicional discurso del 1 de marzo por el inicio del período ordinario de sesiones del Congreso, va a desarrollar "la teoría del complot".