La grabación de la llamada operación Cisne Negro, obtenida a través de las cámaras colocadas en el casco de los marinos y hecha pública por la cadena mexicana Televisa, muestra cómo los militares irrumpieron en la casa echando la puerta abajo.
Nada más entrar, la Marina fue recibida con un intenso tiroteo, en el cual un hombre resultó herido; para disuadir a los sicarios de Guzmán, las fuerzas lanzaron varias granadas, tras lo cual pasaron a registrar las estancias de la casa.
Como muestra el vídeo, de unos quince minutos de duración, los marinos accedieron en primer lugar al salón-comedor, mientras enfrentaban los tiros que recibían desde la escalera de los hombres del líder del cártel de Sinaloa. En la misma planta, los soldados encontraron en una habitación a dos personas, que se rindieron y quedaron bajo su custodia.
Cuando terminó la inspección, subieron a la segunda planta por las escaleras, esquivando todavía las agresiones de los sicarios. En los cuartos hallaron a más personas, que también fueron detenidas. También pasaron a un tendedero en cuya pared había una escalera apoyada, gracias a la cual parte del personal de Guzmán pudo escapar por las azoteas.
Al finalizar la inspección de la casa, se hace recuento de las personas halladas en el inmueble: "Tres masculinos, uno abatido, y dos femeninas", informa uno de los marinos. Segundos antes de terminar el vídeo, el mismo soldado afirma que continúan con la misión y de que "ya se puede entrar" a la casa.
Durante el tiroteo, el narcotraficante logró escapar junto con su jefe de seguridad, Orso Iván Gastélum Cruz, por un túnel construido en el baño de una de las habitaciones hasta la red del alcantarillado de la ciudad. Ambos recorrieron más de un kilómetro y salieron a la superficie; ya en la calle robaron un vehículo, después otro para tomar una carretera con rumbo a Navajoa, en la que fueron interceptados por agentes federales y trasladados a un motel cercano hasta que llegaron refuerzos.