La Cámara Federal de Casación Penal emitió este lunes un fallo en el que ordena que se reabra dos casos en los que está involucrada la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, además de su hijo Máximo Kirchner y el empresario Lázaro Báez, y que en su momento estaban a punto de iniciar el juicio oral.
Uno de los casos está relacionado con la llamada causa Hotesur-Los Sauces, nombre de dos empresas vinculadas a la familia Kirchner y que fueron investigadas por incurrir en un supuesto lavado de dinero proveniente de la adjudicación de obras públicas. El caso investiga si Cristina Fernández recibió dinero de Báez, que ya fue condenado por un caso de licitaciones, a cambio de ser favorecido.
El otro caso trata de un supuesto pacto secreto con Irán para anular las órdenes de captura internacionales contra seis exfuncionarios iraníes y otro libanés, acusados de ser responsables en 1994 del atentado contra la sede en Buenos Aires de la AMIA que dejó 85 muertos. De hecho, esta causa se inició tras una denuncia del fiscal Alberto Nisman, que apareció muerto en su apartamento con un disparo en la cabeza poco después de hacer pública la acusación contra Fernández.
Esta decisión ha remecido el panorama político en Argentina y las reacciones no se han hecho esperar. La candidata presidencial por Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, señaló a través de un mensaje por redes sociales que se trata de "un tito para el lado de la justicia" y agregó, refiriéndose a la vicepresidenta, que "la Justicia la persigue porque se la llevaron toda y porque quiso darles impunidad a los asesinos de la AMIA. Ahora es momento de que pague".