En una conversación con periodistas en la ONU de la que se hace eco la edición digital del diario británico The Guardian, Choe Myong-nam, representante del ministerio de Exteriores norcoreano para asuntos de la ONU y relacionados con los derechos humanos, ha admitido que en su país existen campos de "reeducación a través del trabajo".
El propio diplomático ha definido estos campos como "centros de detención en los que las personas mejoran su mentalidad, observan sus malas acciones y se reforman a través del trabajo". Sin embargo, el diplomático ha querido puntualizar que "no hay campos de prisioneros en nuestro país".
Se trata de la primera ocasión en la que representantes del régimen norcoreano reconocen oficialmente ante periodistas foráneos la existencia de este tipo de campos en los que los prisioneros son obligados a trabajar. Sin embargo la existencia de campos de concentración fue denunciada, entre otros, por un informe de la propia ONU hecho público a principios de año y que relataba una larguísima lista de atrocidades del régimen de Pionyang, entre ellas la reclusión de entre 80.000 y 120.000 presos políticos en campos de concentración.
De hecho, la presencia de estos campos ha llegado incluso a ser documentados a través de herramientas informáticas como Google Earth y Google Maps
Diversos medios de comunicación internacionales atribuyen la "confesión" de la dictadura comunista a una respuesta al citado informe. Además, la Unión Europea ha confirmado la celebración reciente de una reunión entre su representante especial para los Derechos Humanos, el griego Stavros Lambrinidis, y enviados del régimen norcoreano, si bien no se han detallado los contenidos del encuentro.