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Obama da marcha atrás y abre la puerta a una "vía diplomática" en Siria

El presidente dice que "estudiará" la propuesta de Siria y Rusia de entregar las armas químicas. El Senado suspende la votación del ataque militar

El presidente de EEUU concedía este lunes seis entrevistas a sendos medios de comunicación, con el objetivo de explicar un ataque a Siria que se creía inminente. Un despliegue informativo sin precedentes desde la campaña presidencial, que arrancaba una semana clave en el conflicto: el miércoles el pleno del Senado votaría para consolidar la resolución de intervención militar y el Congreso aprobaría o rechazaría la propuesta con "urgencia" el viernes. Barack Obama estaría en PBS, Fox News, CNN, NBC y CBS para convencer a una opinión pública recelosa de la necesidad del ataque, y John Kerry haría una "gira europea" exprés para recabar apoyos internacionales.

Pero los acontecimientos previos a la entrevista cambiaron completamente el panorama para Obama. Horas antes, John Kerry cometió un desliz en la rueda de prensa que sucedió a su reunión con William Hague, y abrió una puerta al régimen de Bashar Al Asad. El secretario de Estado contestó, en lo que parecía un tono retórico, que "sólo" había una oportunidad de que Damasco evitara el ataque: "Podría entregar todas y cada una de sus armas químicas a la comunidad internacional la semana próxima –entregarlas todas y sin retraso-, pero no lo va a hacer y además no se puede hacer", dijo, desafiante. El Departamento de Estado trató de matizar a Kerry y señalar que aquello no era "una propuesta formal", sino una forma de referirse a la "improbabilidad" de que Al Asad entregara el arsenal químico. Pero ya era tarde. Horas después, Siria aceptó la invitación de Rusia, y se mostró favorable a entregar unas armas químicas que hasta el momento, ni siquiera había admitido poseer.

Entrevista con Obama

Así las cosas, los diez minutos que el presidente estadounidense dedicó a cada cadena versaron en su mayoría sobre la propuesta siria de desarme. "Lo considero un suceso modestamente positivo", dijo a la cadena ABC. Obama dio un claro paso atrás, y reconoció que parar el ataque a Siria todavía "es posible" si la oferta de sirios y rusos "es real". El ataque quedaba en pausa, y la "solución negociada" se convertía en nueva vía: "Si podemos hacerlo sin recurrir al uso de la fuerza, yo lo prefiero", dijo Obama. En la CNN apuntó que "es lo que les hemos pedido en la última semana, en el último mes, en el último año", reconociendo que sus contactos pasados con Vládimir Putin habían ido por esos derroteros.

"Vamos a seguir esta vía diplomática", anunció en Fox News, aunque asumió que sin la inminencia del ataque militar, Bashar Al Asad nunca habría accedido al pacto propuesto por Moscú. "Es poco probable que hubiéramos llegado a este punto sin una amenaza militar creíble", dijo. Ante este giro en los acontecimientos, el Senado estadounidense -de mayoría demócrata- anunció que la votación para el ataque a Siria quedaba pospuesta. "Antes de votar, quiero asegurarme de que el presidente tiene la oportunidad de presentar su caso ante el Senado y el pueblo estadounidense", dijo el líder de la mayoría, Harry Reid.

Pero, ¿cuál es el escenario ahora? Obama no dio excesivos detalles al respecto. Aceptó la mediación de Rusia, y señaló que "en la vía diplomática" buscará "algo que sea aplicable y serio". Dirigiéndose directamente a Bashar Al Asad aseveró que "necesitamos un acuerdo político para que usted no cometa una matanza con su propio pueblo y de esa manera esté alentando a algunos elementos de la oposición a implicarse en una conducta terrible".

¿Queda descartada la intervención militar?

A pesar del evidente paso atrás, Barack Obama también dejó claro que la operación militar no queda descartada, sólo pausada. Y es que, aunque el presidente se mostró más confiado que sus portavoces en el éxito de esta "vía diplomática", reafirmó su escepticismo y desconfianza en el régimen sirio. Desde la CBS avisó que este "avance" requerirá un seguimiento, y EEUU "no aceptará una demora o una táctica dilatoria para quitar la presión". "Si no mantenemos y seguimos adelante con una amenaza creíble de una presión militar, no creo que logremos el tipo de acuerdo que nos gustaría", sentenció.

Con este cambio de postura, la votación en el Congreso también queda "pausada". Obama explicó que ahora dejará tiempo para las negociaciones internacionales y debatir sobre la nueva situación, pero se reservó la posibilidad de llevar la propuesta del ataque militar de nuevo a la Cámara si Al Asad no cumple con la entrega de material químico. Citando a Ronald Reagan, apuntó que "no es suficiente con confiar, creo que vamos a tener que verificar".

A pesar de sus explicaciones, el presidente estadounidense no pudo rehuir dos de los motivos que han forzado la marcha atrás: el escaso apoyo popular a la intervención y la posibilidad, cada vez más real, de perder la votación en el Congreso. En Fox News reconoció que "los estadounidenses tienen razón en no querer que nos enredemos en una guerra civil sectaria en el interior de Siria". La última encuesta del Washington Post revela que dos tercios de la población norteamericana rechazan una intervención militar.

La línea roja marcada por Obama queda ahora dos pasos más atrás que ayer. Este martes, en un mensaje a la Nación, el presidente explicará a los ciudadanos las razones que han llevado a ello. Sólo el tiempo dirá si ha sido un simple aplazamiento o una salida de emergencia propiciada por un conveniente desliz.

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