Pese a su impacto muy limitado el presidente del Gobierno en funciones ha recibido este jueves en el Palacio de la Moncloa a una delegación de los abajofirmantes de un manifiesto de ‘intelectuales’ que piden que se frene la guerra de Israel contra Hamás.
Pedro Sánchez amparaba así este texto y en buena medida lo hacía suyo: el gesto de esta recepción en la sede de la Presidencia del Gobierno no puede interpretarse de otro modo.
Analizamos y desmontamos este texto que se publicaba hace sólo unos días y es un ejemplo perfecto de los "pero" que han llenado las redes sociales, las columnas y las tertulias en las últimas semanas, adversativas que sirven para cargar contra Israel y, en suma, negarle su derecho a defenderse y por tanto a existir.
Además, el manifiesto que está lleno de inexactitudes y mentiras, que parten o bien de un desconocimiento brutal de la historia o bien de una voluntad clara de ignorarla.
Finalmente, se trata de un texto de un voluntarismo que raya el ridículo y que es tan exagerado que revela su verdadero y único propósito: atacar a Israel y ponerle las cosas todavía más difíciles al país que ha sufrido el que ha sido, con toda probabilidad, el peor atentado terrorista de la historia.