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La ley Sinde implanta "el CAC de la red"

El pacto de PP, PSOE y CiU ha puesto a todos de acuerdo, pero en contra. La excepción más notable es Alejandro Sanz.

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El presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, ha criticado en Twitter este acuerdo, asegurando que han pactado una ley que no conviene a nadie y cree que es un desastre que se incluya otra intervención judicial más. Cree que el PP ha enfangado aún más "una cosa de por sí enfangada" y que el PSOE debería haber dialogado en la red.

Alejandro Sanz, en cambio, cree que finalmente se hace "un poco de justicia". "Mañana emitiremos un comunicado del lado de los creadores para agradecer a quien corresponda", añade en su Twitter, donde la discusión sobre la #leysinde se ha convertido rápidamente en el tema del momento en España. La conclusión más repetida es que numerosos sitios web españoles dejarán de estar alojados por empresas de nuestro país.

La Asociación de Internautas asegura en un web que la ley no acabará con las webs de enlaces, pero que sí servirá para que "políticos y, sobre todo, la oligarquía de la cultura puedan decidir sobre algo tan fundamental como la libertad de expresión". Para la AI, el problema está en que "la industria cultural, sociedades de gestión y la dictadura del culturetariado habían perdido todos los juicios que habían hecho contra las webs de enlaces".

"El objetivo sigue siendo cerrar páginas por decisión administrativa"

La Plataforma Libertad 2.0 ha criticado el acuerdo porque "el objetivo sigue siendo cerrar páginas por decisión administrativa. La mona, aunque PP y PSOE la vistan de seda, mona se queda", ha señalado el abogado especializado en Nuevas Tecnologías y miembro de Libertad 2.0, Luis Canal.

Canal ha considerado que la Ley Sinde "sigue siendo una ley de censura puesto que la decisión de cierre será una decisión administrativa y no judicial, como se corresponde con una democracia. Es intolerable la creación de la Sección Segunda, que no es otra cosa más que el CAC a medida de la red", señaló.

Además, en opinión de Libertad 2.0, la Ley Sinde será "un arma de chantaje contra las Webs ya que se ofrece la posibilidad de que en 48 horas, si retiran los contenidos, el procedimiento termine, lo cual es contradictorio con el principio jurídico de culpabilidad, puesto que si las webs requeridas por la Sección Segunda realmente estuvieran vulnerando derechos de propiedad intelectual ello debería conllevar igualmente sanciones".

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