Ya hubo una quema de libros en Berlín su momento. Lo triste es que son ahora los propios autores los que quieren prender la mecha. Totalitarismo intelectual.
Que cierren primero las bibliotecas. Las bibliotecas permiten acceder a libros recientes y otros bienes culturales y llevárselos y leerlos de forma gratuita, "sin el consentimiento del autor". ¿Qué mayor acto de piratería que la del que va a una biblioteca y saca un libro para leerlo en casa? Google debería hacer caso a los autores alemanes. Que desaparezcan de sus búsquedas todas las entradas relativas a estos autores. Veríamos a quién perjudicaría más, si a los propios autores o a Google. Apuesto quea los autores les haría un daño terrible y a Google no le afectaría.