He visitado la web, sencilla y limpia, aunque recomiendo disponer de la misma en varios idiomas, para ayudar a su internacionalización.
Me han gustado esas fotos, con el sistema de trabajo manual que requiere el cuidado de las ostras. No olvidemos que están vivas y no les suele gustar un tratamiento a gran escala mecanizado.
Cualquiera que haya probado un tipo y otro de manejo de este delicatessen habrá notado la diferencia.
No teníamos pensado este fin de año marisco, pero por probar una caja de 25 ostras a 30 euros, no pasa nada.