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Madrid

Rebelión en la residencia de Mensajeros de la Paz: "Ahora mismo, hablar del padre Ángel es hablar del demonio"

Los familiares le acusan de lavarse las manos ante el "denigrante" trato que reciben los ancianos y de hacer negocio con ellos: "Nos ha decepcionado".

Los familiares le acusan de lavarse las manos ante el "denigrante" trato que reciben los ancianos y de hacer negocio con ellos: "Nos ha decepcionado".
El Padre Ángel, a quien Risto entrevistó recientemente en su programa Chester. | Gtres

El escándalo en el centro de Alzheimer Fundación Reina Sofía ha salpicado de lleno al padre Ángel, el mediático fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, que el año pasado asumió la gestión de esta residencia de mayores ubicada en el distrito madrileño de Puente de Vallecas.

"Ahora mismo, hablar del padre Ángel es sinónimo de hablar del demonio", dice abiertamente Maricruz. "Es incompatible que tú te preocupes por los pobres, por los necesitados, por las personas que están sufriendo tanto aquí como en otros países, y que después seas tan insensible con estas personas mayores que, además, sufren Alzheimer —añade Paloma—. No puedes ser buena persona para unas cosas y tan mala para otras. Ha sido una gran decepción".

Ambas forman parte del grupo de 160 familias que ha pedido a la Comunidad de Madrid que tome cartas en el asunto, al ver cómo la búsqueda de una mayor rentabilidad ha llevado a Mensajeros de la Paz a recortar la plantilla con la que contaba la anterior empresa, provocando una alarmante falta de higiene y cuidados de los ancianos que incluso está afectando a la salud de muchos de ellos.

El padre Ángel evita a los familiares

Según relatan a Libertad Digital, cuando empezaron a darse cuenta de los problemas, trataron de ponerse en contacto con el Padre Ángel, confiando en que una persona con su "aparente sensibilidad" trataría de encauzar la situación lo antes posible. Su sorpresa llegó al comprobar que el fundador de Mensajeros de la Paz no quería ni siquiera hablar con ellos.

"Nunca cogía las llamadas, nunca contestaba a los emails… Llamábamos a Mensajeros de la Paz y nunca estaba, siempre estaba ocupado. Nunca tenía tiempo de atendernos y mucho menos de reunirse con nosotros", denuncia Maricruz. La desesperación de las familias llegó a tal punto que, ya a finales del año pasado, acordaron turnarse para llamar sin descanso a la sede de la ONG hasta que lograsen hablar con el sacerdote. "Durante un mes, llamábamos a diario, sobre todo un familiar que tiene mucho aguante y que llamaba todos los días pidiendo hablar con el padre Ángel —explica Paloma—. Siempre le decían que no se podía poner o que ese día no estaba por allí, hasta que un día, no sé si por error o por qué, se lo pasaron".

La respuesta del fundador de Mensajeros de la Paz fue que pondría a una persona de confianza a cargo del tema y que ésta se encargaría de garantizar todos los medios necesarios para que las cosas se solucionasen. "Eso fue en diciembre y mira dónde estamos, y la Comunidad de Madrid ha tenido que intervenir", lamenta.

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Concentración de familiares contra la gestión de Mensajeros de la Paz

El "negocio" de Mensajeros de la Paz

Para Maricruz es evidente que "el trato que está dando a los residentes es denigrante" y la razón es igualmente obvia: "Al final, en lugar de pensar en cuidar ancianos, lo que estaban pensando era en el montante de dinero que les iba a caer y, claro, para sacar más dinero que la anterior empresa, empezaron a recortar de aquí, de aquí, de aquí… Y lo que no se dan cuenta es de que, en una residencia como ésta, hay cosas que son básicas y totalmente necesarias".

"Entidades de esta catadura moral no deberían entrar en lugares como éstos", concluye Paloma, debatiéndose entre la indignación y la decepción que le supone asumir que una ONG con la que ella misma había colaborado en el pasado ha caído tan bajo. De hecho, su enfado es tal, que ya ni siquiera se conforma con que el Gobierno regional haya impuesto al Padre Ángel un supervisor para garantizar el correcto funcionamiento de la residencia.

"Que nos haga el favor de salir de aquí. Que deje la gestión del centro y se ocupe de otras cosas que seguramente hace muy bien, pero esto lo hace muy mal. Y además es que ya estamos en un punto en el que ya no queremos ni que haga ni buena ni mala labor con la residencia… Es que ahora ya no nos sirve, porque nos ha mentido y nos ha decepcionado", insiste.

El bulo de la ruptura del contrato

La semana pasada, el diario El País aseguró que el sacerdote había enviado una carta en la que anunciaba su intención de renunciar a la gestión del centro. Sin embargo, según ha podido saber LD, la Comunidad de Madrid no ha recibido ninguna notificación oficial, por lo que Mensajeros de la Paz deberá seguir haciéndose cargo del centro, como mínimo, hasta finales de 2023.

"Nos reconocieron directamente que no querían que este asunto afectase a su marca, pero obviamente no habrán querido hacer frente a la penalización que supone romper el contrato", apunta Paloma, que lamenta que, mientras tanto, quienes estén sufriendo sean sus padres. "Aquí no fabricamos ruedas de coches, aquí lo que tenemos son personas. Esto no es un negocio con el que se pueda experimentar", subraya enfadada.

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