Alrededor de las siete de la mañana de este Domingo de Ramos, los gritos de un hombre perturbaban la paz en una corrala del madrileño barrio de Puente de Vallecas. Parecía una pelea y uno de los vecinos de la comunidad reclamó presencia policial. Minutos más tarde, los agentes llegaban al domicilio del que procedía el ruido, ubicado en el número 29 de la calle Salvador Martínez Lozano.
Les abrió la puerta un varón argentino de 34 años -Gustavo- con manchas de sangre en al ropa. Entraron para inspeccionar la vivienda y encontraron a otro hombre -Pedro-, de 54 años, semitumbado en el suelo con varias heridas por arma blanca y que "coincidirían con las que se pueden realizar con un destornillador", explican fuentes cercanas al caso a Libertad Digital.
La víctima aún tenían clavadas algunas de estas herramientas en distintas partes del cuerpo, una de ellas en la cara. Los sanitarios del Servicio de Urgencia Médica de Madrid (Summa 112) solo pudieron confirmar su fallecimiento y los agentes de Policía Nacional procedieron a la detención del argentino como presunto responsable del asesinato de su pareja, dado que -confirman a este periódico- mantenían una relación sentimental.
Todo apunta a que el crimen se produjo "en el contexto de un ritual esotérico y el consumo de estupefacientes", señalan las mismas fuentes. "Estaba todo revuelto. Había biblias, libros de rituales mágicos, y sal por todas partes". El Grupo V Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid se encarga ahora de la investigación de los hechos.
"Lo siento mucho"
El presunto asesinó subió un inquietante vídeo, de apenas medio minuto de duración, a una de sus redes sociales. Las imágenes (que grabó con su teléfono móvil), arrancan en el pasillo de la vivienda. Gustavo recorre unos metros y llega a una estancia -que parece un salón- con una alfombra y unos cojines en el suelo.
A continuación, gira la cámara y se enfoca a sí mismo. Le vemos desnudo de cintura para arriba, con dos listones de madera cruzados formando una cruz y una imagen de Jesucristo pegada a su pecho. Sólo pronuncia una frase: "Lo siento mucho". Pero, sorprendentemente (dado que acabó con la vida de su pareja) cierra el video con una leve sonrisa.