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Madrid

Mónica García, médica, madre y ahora también ministra: su meteórica carrera política desde la Marea Blanca

La portavoz de Más Madrid y jefa de una oposición a cara de perro contra Ayuso pasa a ocupar la cartera de Sanidad en el Gobierno de Sánchez con Sumar

La portavoz de Más Madrid y jefa de una oposición a cara de perro contra Ayuso pasa a ocupar la cartera de Sanidad en el Gobierno de Sánchez con Sumar
Mónica García y Javier Padilla, que pasará a ser secretario de Estado de Sanidad. | Europa Press

Mónica García, médica, madre - tal y como se definió ella así misma- y ahora también ministra de Sanidad en el nuevo gobierno de coalición de PSOE-Sumar. La meteórica carrera política de la líder de Más Madrid en la región comenzó a despuntar en 2012 cuando se convirtió en uno de los referentes de la Marea Blanca, contra las políticas del entonces consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, como portavoz de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM).

Este movimiento le llevó de la mano a seguir la estela de su padre, Sergio García, diputado del Partido Comunista en la Asamblea de Madrid entre 1983 y 1987. Así, concurrió en las listas de Podemos en las elecciones autonómicas de 2015. Fue en el puesto 26 y entró justa en el Parlamento autonómico al sacar los morados 27 escaños.

Su camino político ha sido corto y rápido. Esta anestesista del Hospital 12 de Octubre entraba siendo una desconocida en el Parlamento regional en 2015 y seis años después ganó el peso suficiente como para convertirse en líder de la oposición de la mano de Más Madrid.

En 2020 la formación verde era cuarta fuerza en la Cámara de Vallecas y hacía unos meses que su cabeza de lista el año anterior, Íñigo Errejón, se había ido al Congreso de los Diputados con Más País. Entonces Pablo Gómez Perpinyá era el portavoz, pero la pandemia estalló.

Esto fue lo que llevó a Más Madrid a optar por ella como candidata: en un momento en que la salud lo era todo y la sanidad continuaba siendo el principal caballo de batalla contra los populares, qué mejor que un médico frente a Ayuso. Y salió bien. Su campaña se centró en potenciar su papel como sanitaria y, además, en intentar mostrar su cara amable: en su cartel de campaña Mónica García aparecía quitándose la mascarilla y dejando ver una sonrisa.

La noche del 4 de mayo García sorpassaba al candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, quien se hundía tras haber sido la fuerza más votada en 2019. Por primera vez desde hacía más de 25 años los socialistas no mirarían de frente a la presidenta autonómica, ahora lo haría Mónica García.

Así comenzaba su liderazgo en Más Madrid, que pronto se extendería también a la organización y llegaría a ser la cara más visible del partido. La futura ministra de Sanidad daba sus primeros pasos como antítesis total de Isabel Díaz Ayuso, y el rostro amable, que habían tratado de configurar, dio paso a una oposición a cara de perro sin más éxito en la región que el de retener el liderazgo de la oposición. Fue, de hecho, la impulsora la pasada legislatura de dos manifestaciones multitudinarias contra la jefa del Ejecutivo madrileño, a cuenta de la sanidad, que desembocaron en la mayoría absolutísima de Ayuso.

Dos fueron los escándalos más sonados protagonizados por García durante este tiempo. Por un lado, el cobro de la dedicación exclusiva como parlamentaria al mismo tiempo que estaba de baja laboral como anestesista en el Hospital 12 de Octubre por lo que tuvo que devolver 13.000 euros a la Asamblea de Madrid. Por otro, el cobro del bono social térmico para vulnerables tras pedir horas antes la dimisión del entonces vicepresidente regional, Enrique Ossorio, por recibirlo.

Pero la actividad de Mónica García no se circunscribió solamente al plano regional. Al mismo tiempo, trabajaba también en el nacional y desde el minuto uno se posicionó junto a Yolanda Díaz cuando ésta comenzaba a dejar entrever sus intenciones de traicionar a Pablo Iglesias y Podemos y comenzar su andadura bajo unas nuevas siglas.

García ha superado, por tanto, durante el camino la guerra entre pablistas y errejonistas, la salida de su referente, Íñigo Errejón, hacia la política nacional; las rivalidades internas para encabezar Más Madrid… También al PSOE, al que ha arrebatado la jefatura de la oposición, aunque por muy poco en los últimos comicios. Pero con quien no ha podido ha sido con Ayuso.

"Mónica García se suma a esa larga lista de líderes de la izquierda que salen de Madrid después de ser derrotados por Isabel Díaz Ayuso", recordó este mismo lunes el portavoz parlamentario del PP en la Asamblea, Carlos Díaz Pache. En la misma línea se expresó en X, antes Twitter, el secretario general de los populares madrileños y mano derecha de la presidenta, Alfonso Serrano: "Lo intentó Errejón y huyó. Gabilondo, y se fue. Isa Serra tampoco pudo. Llegó Alejandra Jacinto y los madrileños la echaron a ella. Vino hasta Pablo Iglesias y acabó cortándose la coleta. Ahora Mónica García, ante imposibilidad de ganar a Ayuso, hace las maletas".

Su lucha contra "el bloque reaccionario"

Poco después de hacerse oficial su nombramiento al frente del Ministerio de Sanidad, García ha querido dirigirse a los suyos a través de un vídeo que ha colgado en redes sociales. Para esta ocasión, Mónica García ha utilizado un tono distinto, más pausado, pero un fondo idéntico.

Con una felicidad indisimulada, ha prometido "poner alma, corazón y cerebro" para defender la Sanidad desde el Ministerio. En un discurso muy parecido al que pronunció el pasado jueves, durante la sesión de control en la Asamblea, ha señalado que el nuevo Gobierno del que forma parte "ha nacido con un bloque reaccionario, que está echado al monte en sus múltiples frentes para intentar evitarlo".

El discurso "hiperbólico" de este "bloque reaccionario" es lo de "menos" para García "al lado de su intención abierta de vetar a un Gobierno democráticamente elegido por más de 12 millones de españoles y españolas". Según la nueva ministra, "no es solo la frustración por haber perdido, es que es ante todo la negativa a asumir los avances sociales. La amnistía es la excusa, lo que les solivianta es el salario mínimo de 1.080 euros, es el impuesto a las grandes fortunas…, es la sanidad pública y universal. Es esta pulsión de las derechas de no tolerar los resultados electorales, que no ha hecho nada más que empezar".

"Quienes con odio me llaman ‘Mema’ por ser médica y madre, ahora tienen una nueva sílaba que incorporar. Voy a ser las manos y la voz de Más Madrid en un Gobierno de coalición histórico en un momento de ofensiva reaccionaria en todos los frentes", ha señalado. Y avisa: "La tarea de las fuerzas progresistas no acabó en julio, frenando a las derechas, sino que no ha hecho más que empezar".

Manuela Bergerot, su sustituta en la Asamblea

De momento, ha comenzado llevándose a su número dos, Javier Padilla, al Ministerio. El portavoz adjunto de Más Madrid, y médico de Atención Primaria, será ahora el nuevo secretario de Estado. Su nombre sonaba entre las posibilidades para sustituirla en la portavocía del grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid, que finalmente ha recaído en Manuela Bergerot, actual secretaria de organización del partido, tal y como ha confirmado García en su vídeo.

La propia Bergerot ha dado este lunes la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces en la Asamblea. Se aclara así el relevo en el liderazgo de la oposición a la presidenta regional. Bergerot es una de las personas más cercanas y de mayor confianza de Mónica García y ha sido una de las encargadas de pilotar la consolidación de Más Madrid como partido político. Concurre junto a Mónica García al congreso que está celebrando la formación estos días y cuyos resultados de las votaciones se conocerán el martes.

De ascendencia argentina, pero afincada en Madrid desde los dos años, Bergerot ha trabajado en políticas de Memoria, ha sido la encargada del control orgánico del partido en estos últimos años de crecimiento y la negociadora nacional en Sumar. En el propio comunicado de la formación se hace referencia a que durante su presencia en el cargo, Más Madrid "se ha consolidado como principal fuerza de la oposición en la Comunidad" y "ha logrado tener presencia institucional en 58 municipios" de la región, "donde vive el 93% de la población madrileña".

Ayuso: "Podremos medir su trabajo por Ceuta y Melilla"

La presidenta le ha deseado este lunes a Mónica García los "mejores éxitos", pero ha resaltado que no le ha visto nunca "operar como una profesional sino como una sindicalista. Y es que "una persona que llama al boicot de un hospital público [el Zendal], con pacientes dentro, como ocurrió durante la pandemia, preocupa bastante". Y le acusó de moverse más por el sectarismo que por la profesionalidad. "Yo creo que ahora va a tener mucho trabajo que realizar. La sanidad de Ceuta y Melilla depende de ella y por ahí podremos medir su trabajo", añadió.

En un encuentro organizado por VozPopuli, Ayuso opinó también que el nuevo Gobierno de Sánchez será "irrelevante" y cuestionó que siga con 22 carteras: "Los gobiernos cuando son más amplios y tienen más carteras son más ineficaces porque nace la descoordinación y al final parcelan ministerios que no deberían ir por separado".

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