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Dacia Duster, el 4x4 de bajo coste de Renault

Dacia nos propone un concepto de todocamino económico que puede ser una compra maestra. Sólo hay un único requisito, tener claro para qué se va a utilizar este coche. Lo hemos probado a fondo y te contamos sus ventajas e inconvenientes.

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La marca rumana Dacia parece que goza de aceptación con su concepto de vehículos económicos, prueba de ello es que comenzó hace relativamente poco en su nueva era Renault con sólo una berlina y ahora ya tiene una variante familiar, un urbano, un todocamino y amenaza con entrar en el segmento de los monovolúmenes en breve.

Las claves son claras, coches muy económicos, robustos y con mecánicas más que probadas. Si lo miras fríamente, para según qué utilizaciones no se necesitan grandes lujos y ahí es donde los Dacia son fuertes.

Pero centrémonos en el Duster, un todocamino con un precio muy contenido y una imagen que, sin grandes alardes de diseño, no disgusta.

Interior espartano pero amplio

Con 4,31 metros de largo, el Dacia Duster presenta un interior más amplio de lo acostumbrado en los todocaminos de estas dimensiones. Los escasos revestimientos y delgados asientos son en parte culpables de esto.

El puesto de conducción es sencillo. El asiento no tiene regulación en altura ni el volante en profundidad, por lo que los conductores altos tienen que llevar las piernas bastante flexionadas si quieren lograr una buena posición de brazos. El cuadro de instrumentos tiene un aspecto antiguo pero tiene más información y se lee mejor que en muchos modelos más caros. Las plazas traseras resultan amplias para pasajeros de 1,85 metros de estatura, por alto y por espacio para las piernas. Por su parte el maletero tiene una capacidad mínima de 475 litros.

Y ahora empezamos con las críticas. No puede montar climatizador ni en opción y debe conformarse con aire acondicionado, los mandos de los elevalunas delanteros se sitúan en la consola central y los de los traseros (opcionales) en el suelo, entre los respaldos de los asientos delanteros. El claxon se acciona pulsando la palanca izquierda que hay tras el volante (la de las luces), algo clásico en Renault pero poco intuitivo. No tiene equipo de sonido de serie y sin embargo el capot goza de un amortiguador para facilitar su apertura. Los asientos no son muy cómodos para largos viajes y la cortinilla del maletero que cubre la carga no se enrolla ni tiene guías, es muy incómoda.

Poco motor, poco peso, poco consumo

El motor de nuestro Dacia Duster es un 1.5 Diesel con turbo y common-rail que desarrolla 85 CV de potencia máxima y 200 Nm de par motor. La caja de cambios es manual de cinco velocidades, con un tacto poco preciso y desarrollos bastante cortos.

El motor mueve con mucha soltura en ciudad los escasos 1.255 kilos del Duster. En carretera el cuento cambia y precisa de unos desarrollos de cambio cortos que incrementan la sonoridad mecánica. Es capaz de mantener cruceros legales sin problemas incluso cargado, pero no le pidas mucho más porque no le apetece. A 120 Km/h va a unas 2.900 rpm y a 130 a 3.200, ya suena mucho el motor y no es agradable mantener ese ritmo o uno superior.

El consumo medio homologado es de 5,1 litros a los cien. Durante la prueba y con una conducción normal en ciudad registramos una cifra de 6,3 litros a los cien. En carretera bajó a seis litros justos. La diferencia no es muy grande y se debe precisamente a los cortos desarrollos del cambio. Con el motor de 110 CV seguro que mantiene mejores cruceros más desahogado y con consumos menores.

¿Cómo va el Dacia Duster?

Empezamos por lo que seguramente menos pise en su vida el Duster, el campo. Está pensado para circular por asfalto, por lo que no esperamos grandes cualidades camperas y menos de esta versión con tracción delantera. Pero la verdad es que gracias a su escaso peso y sus ángulos aceptables puede salvar pasos más comprometidos de lo que esperábamos.

En vías rápidas el motor se queda un poco corto y además el Duster no tiene un gran aplomo. Hay que corregir las trayectorias con frecuencia y mantener el volante siempre bien sujeto por si en mitad de la curva aparece un badén. Eso sí, hay competidores más caros y pesados que no lo hacen mejor.

En carreteras de curvas la carrocería balancea y no permite mantener un ritmo rápido con comodidad, hay que tomarse las cosas con calma. Por cierto, su escaso peso le ayuda en los cambios de dirección, frenadas, etc. Pero si va cargado los frenos se antojan un tanto justos.

Nuestro veredicto

Un coche como el Duster requiere de un estudio previo de las necesidades que tenemos antes de decidirse a comprarlo. ¿Por qué? Pues porque puede ser una compra maestra o una compra de la que nos arrepintamos.

Si queremos un coche un poco para todo y no vamos a salir del asfalto tenemos opciones en el mercado por un precio similar (si contamos con las opciones obligadas en el Duster) con mejor equipamiento, acabados interiores, con mejor comportamiento dinámico y más cómodos, como por ejemplo el Kia cee'd Sporty Wagon.

Si lo que queremos es un todocamino económico para movernos por zonas rurales sin grandes dificultades o un segundo coche amplio y sin grandes lujos para darle batalla y con el que poder subir bordillos sin romperle, el Dacia Duster es una gran opción.

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