Estoy con JOTADE, 3000 euros una moto de 125 cc. es una barbaridad que la gente ya no esta dispuesta a pagar porque ahora hay menos dinero gracias a la inutilidad de ZParo.
Estan absolutamente sobre valoradas.
Es lógico, ya que las motos son carísimas. No se entiende que un ciclomotor de 125 c.c. cueste 3.000 euros, y les haya de más de 6.000.
Los fabricantes, distribuidores, etc. se han forrado. Insisto, los precios son exageradamente altos, y comparados con los de los coces, estratosféricos.
Que bajen los precios y verán como se incrementan las ventas.
La caída de la venta de coches era previsible. Se aprovechó antes de la subida del 2% de IVA y de los planes renove (muchos de ellos fracasados). La caída de las motocicletas es una muestra del empobrecimiento del país, ya que está comprobado que según sube la renta de un estado, aumenta el número de motocicletas y pos desgracia sus accidentes se hacen más numerosos.
Ahora bien, lo del 30% de los ciclomotores ya es más que alarmante, pues ese vehículo, el ciclomotor, es normalmente la primera compra que hace el jóven cuando accede al mercado de trabajo. Ya sea con fines de mera diversión y esparcimiento, ya sea por ampliar su radio de libertad de movimientos (algo importante para la reafirmación personal del joven) o bien para los desplazamientos a su nuevo "curro".
La caída en las ventas pone de manifiesto la pésima situación laboral de los jóvenes. Con unos padres que posiblemente no le puedan adelantar la compra porque están hipotecados o parados, o con una imposibilidad económica porque no tienen un sueldo con el que pagarla porque no han sido capaces de acceder a su primer trabajo.
Hay señales evidentes de que la situación no sólo no mejora sino que la caída es cada vez más pronunciada y se acelera cada vez más el empeoramiento. Las cifras macroeconómicas son fáciles de cocinar y disimular, pero los pequeños indicadores cotidianos advierten que la catastrofe está cada vez más cerca.
El problema es que nadie se hace eco de estas cosas que entiendo que son pequeñas pero mucho más significativas de lo que parece. El tiempo les dará la razón y el protagonismo que merecían, pero para entonces el remedio será ya muy difícil. Volveremos a la bicicletas de la post guerra. Económicas y ecológicas como ninguna. Pero será por pura miseria, como entonces.