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Netanyahu cancela elecciones el día después de convocarlas y pacta con Kadima

Tan sólo un día después de convocar elecciones los dos principales partidos del parlamento israelí acuerdan crear un Gobierno de unidad nacional.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, confirmó haber alcanzado esta madrugada un acuerdo con el principal partido opositor, Kadima, para que integre la coalición gubernamental y formar un amplio Ejecutivo de unidad nacional con el respaldo de 94 de los 120 diputados del Parlamento.

La decisión implica la cancelación de las elecciones anticipadas para el 4 de septiembre, que tal y como informa Efe el Parlamento comenzó ayer a debatir en primera lectura.

"Bueno para la seguridad"

"Un amplio Gobierno de unidad nacional es bueno para la seguridad, bueno para la economía y bueno para el pueblo de Israel", señala Netanyahu, según aparece citado en la cuenta de Twitter de su oficina.

De acuerdo a los términos del acuerdo, Kadima, el partido más votado en las elecciones de 2009 con 28 escaños (entonces de la mano de Tzipi Livni), pero que no formó Gobierno, entra en la coalición de Gobierno y se compromete a apoyar sus políticas.

A cambio, Shaul Mofaz, su líder desde que ganó las primarias en marzo, será nombrado viceprimer ministro, ministro sin cartera y miembro del gabinete de seguridad.

Será el único miembro del Kadima que obtenga una cartera, si bien otros diputados del partido que creó Ariel Sharon al abandonar Likud en 2005 quedarán al frente de los comités parlamentarios de Exteriores, Defensa y Economía, entre otros.

Netanyahu también se compromete a apoyar la propuesta de Kadima para reemplazar, como obliga el Supremo, la Ley Tal, que exime a los judíos ultraortodoxos del servicio militar, obligatorio para el resto de judíos israelíes.

"Hemos hecho algo grande por el Estado de Israel. No quiero ministerios gubernamentales, ni siquiera para mí", dijo Mofaz a miembros de su formación al destacar que la coalición permitirá reformar la Ley Tal, informa la edición digital del diario Yediot Aharonot.

Hasta los próximos comicios, previstos para octubre de 2013, el país estará en manos de una coalición formada por Likud (derecha), Kadima (centro-derecha), Israel Beitenu (nacionalista), Shas (ortodoxos sefardíes) y otros partidos menores, así como Atzmaut, la formación que creó Ehud Barak al abandonar el laborismo.

Criticas de la oposición

El acuerdo ya ha sido objeto de críticas por los partidos que quedan fuera de la coalición. La líder del Partido Laborista, Shely Yajimovich, que se convierte en nueva jefa de la oposición, lo calificó de "alianza de cobardes y el zigzag más ridículo de la historia política de Israel".

El popular expresentador de televisión Yair Lapid, que acaba de formar un partido, Iesh Atid (Hay futuro), con buenas expectativas de voto, dijo que el pacto pertenece al "viejo estilo de política feo y corrupto".

"Es una política de asientos en vez de principios (...) Creen que continuarán un tiempo y nos olvidaremos, pero se equivocan. Esta asquerosa alianza política enterrará a todos los que la forman", escribió Lapid en su cuenta de Facebook.

No preparan el ataque a Israel

Cabe destacar que Mofaz aseguró en una entrevista al diario Haaretz, antes de las primarias del Kadima, que no entraría en el Gobierno de Netanyahu si resultaba vencedor.

Su partido tenía perspectivas de hundirse en las elecciones anticipadas (de 28 a 13 u 11 diputados), mientras que el Laborismo habría subido de 13 a 17 o 18 escaños y Atzmaut, de Barak, se quedaba fuera del Parlamento, según encuestas recientes.

"Quienes crean que el Gobierno de unidad nacional es un signo de un ataque a Irán, relájense y tomen un vaso de agua. El motivo: Mofaz tenía pánico a las elecciones, Barak también y Bibi (Netanyahu) quería matar a los laboristas y a Yair Lapid", comenta el periodista Barak Ravid, de Haaretz, en su cuenta de Twitter.

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