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PRESENTACIÓN DEL INFORME DEL GEES

Alberto Recarte: "La Europa de la UE sí ha tenido éxito porque respondió a una necesidad"

A continuación reproducimos la ponencia de Alberto Recarte, analista económico y presidente de Libertad Digital, en la presentación del informe del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES) "Contra la decadencia de Europa"

El documento del GEES me provoca muchas reflexiones. Para empezar el énfasis está puesto en el término “Europa”, como entidad supranacional que ha caído en el nihilismo, la pereza y el relativismo, que está – teóricamente – destinada a extinguirse demográficamente y a ser colonizada por una población inmigrante de religión mahometana en su versión más radical, más fundamentalista.

Decía la Sra. Thatcher que “la sociedad no existe”, que “sólo hay personas”.  El documento no acepta un planteamiento tan individualista, porque el ser humano es un animal social y en esto estoy de acuerdo con los redactores del documento, aunque creo que es excesiva la crítica al individualismo como contraposición a las posiciones de defensa de los valores éticos y culturales de la sociedad llamada “europea”.

No se define en el documento a qué “Europa” nos referimos. Y es obvio que hay distintas Europas.

1)  Hay una Europa geográfica, en la que Turquía cabría a duras penas.

2)  Una Europa militar, desarrollada en torno a la NATO, que ha extendido sus fronteras hacia el Este del continente.

3)  Una Europa económicamente globalizada de 27 países con todos los atributos clásicos de libertad de movimientos de personas, bienes, servicios y capitales. Con el aditamento de una serie de disposiciones legales comunitarias que aseguran la no interferencia pública que pudiera falsear la competencia entre empresas a través de subvenciones, barreras no arancelarias y discriminaciones positivas y negativas en sus relaciones con las correspondientes Administraciones Públicas.

Aunque siguen existiendo sectores a los que se permite no cumplir ninguna de esas condiciones, como el de la Defensa y algunas industrias de alta tecnología. Hay, por otra parte, una única Política común, la Política Agraria Común y un Presupuesto comunitario que sólo alcanza el 1% del PIB común de los 27 países miembros y que se sigue utilizando en un 50% en subvenciones agrarias y otro 50%, aproximadamente, en políticas regionales que apoyan la inversión pública en infraestructuras y la inversión privada en cualquier actividad económica en las regiones – no en los países – menos desarrolladas.

4) También hay una Europa monetaria compuesta por 16 países, con una moneda común y un Banco Central Europeo con unas características muy especiales, que no permiten que lo consideremos, sin más, como un Banco Central, tal y como si lo es la Reserva Federal.

5) Y hay una Europa política, con competencias en el ámbito de la justicia, que permite la defensa de los derechos individuales y societarios por encima de las justicias de los países miembros.

Creo que esas diferentes Europas, con diferentes ámbitos de competencias, permiten definir lo que es y lo que no es relevante para el continente europeo y para la defensa de los valores individuales.

1) Europa no es una nación, como lo son Estados Unidos, Japón, Australia, Canadá o China.

2) Algunas de esas instituciones tienen apoyo popular, como las que aseguran la libertad económica y la defensa de los derechos individuales y societarios frente a los poderes judiciales nacionales.

3) Otras instituciones, como la NATO, se aceptan si bien, por su propia naturaleza, sólo se analizan por personas o grupos de personas muy especializados. Aunque, desgraciadamente, ese aislamiento se refleja en presupuestos raquíticos de defensa de los principales países, con la excepción del Reino Unido, y en menor medida, de Francia.

4) La existencia de la Europa Monetaria de los países miembros no se ha reflejado en menores desequilibrios internos ni en una mayor resistencia cuando hemos entrado en la fase descendente del ciclo económico.

5) Cuando se habla de Bruselas o de la Europa comunitaria, la mayoría de los ciudadanos de los países miembros la identifican con una creación burocrática, que han levantado las élites de los funcionarios europeos al margen de los controles políticos nacionales.

6) En mi opinión, bajo el concepto “Europa” se esconde un ejemplo de “ingeniería social” en el sentido hayekiano. Y su fracaso es un ejemplo más de que no pueden inventarse valores o instituciones “europeas” de orden quasi-nacional. Una vez más siguiendo a Hayek, la Europa de la Unión Europea a 27 – no la de la Unión Monetaria a 16 – sí ha tenido éxito, porque su creación respondió a una necesidad, la de evitar nuevas guerras por enfrentamientos económicos o comerciales; y su éxito ha sido – siguiendo otra vez a Hayek - replicado en el resto del mundo.

La globalización habría sido imposible sin el ejemplo y el éxito de la Comunidad Económica Europea. La Europa militar, en tanto en cuanto parte de la NATO, respondió igualmente a una necesidad, la de defenderse del totalitarismo comunista, pero en la medida en que esa amenaza ha desaparecido el apoyo que recibió durante décadas por parte de los partidos políticos de los principales países miembros se ha atenuado, porque no se percibe que Rusia sea un peligro inminente ni que al islamismo fundamentalista se le pueda combatir con una organización de tipo militar. La NATO se ha convertido, en parte, en una institución que oculta, hoy, la “mala conciencia” de tener que soportar un presupuesto de defensa en un conjunto de países cuya población se autodefine como pacifista. La prueba de lo que digo ha sido el comportamiento de la parte europea de la NATO en las guerras de la ex–Yugoslavia.

7)  La globalización europea tiene éxito porque ha ampliado los mercados, ha permitido la especialización, el aumento de la productividad y el crecimiento económico, tal y como sostenía Adam Smith.

8) La mitificación de la idea de “Europa” ha tenido, sin embargo, efectos perversos en otros ámbitos y explica, en gran parte, el desarrollo de esa moral relativista que constituye una de las grandes preocupaciones que aparecen en el documento que comentamos.

a) Ha debilitado los valores de los estados-nación y el orgullo nacional, que tenían unos sólidos fundamentos en las historias nacionales, que fueron logrando, poco a poco, el desarrollo de instituciones que aseguraban la defensa de los valores personales, la división de poderes y la independencia del poder judicial.

b) Ha propiciado el renacimiento de localismos, regionalismos y nacionalismos dentro de los estados-nación europeos, apoyados por los eurócratas, que consideran a los estados-nación como sus enemigos en la lucha por el poder.

c) Muchos de los valores presuntamente “europeos” se han elaborado sobre el máximo común divisor que constituye el “europeismo progresista”.

-   El igualitarismo entre los países miembros.

-   El multiculturalismo.

-   La defensa del bien común, identificado como la defensa de la supervivencia de la humanidad, que explica acuerdos como el de Kyoto y otros desarrollos semejantes de orden social.

-   El pacifismo, pues en la conciencia colectiva de la mayoría de los países europeos ha permeado la idea de que es imposible – en contra de la evidencia – que las confrontaciones violentas, aunque sean defensivas, puedan solucionar problemas de orden general.

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