L D (EFE) Palacio, que participó en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros para exponer los resultados de la presidencia española del Consejo de Seguridad de la ONU, subrayó el hecho de que Benaissa hizo estas manifestaciones antes de que el Consejo de Seguridad aprobara la resolución y recordó que el Gobierno marroquí, en posteriores declaraciones oficiales, "reitera su voluntad de sentarse a la mesa de negociación con las partes para llegar a un acuerdo sobre el Sahara".
Además, recalcó que "la prueba del nueve" de la voluntad real de España es que, desde la presidencia de turno del Consejo de Seguridad, se esforzó en lograr el respaldo unánime de los países miembros para una resolución "muy debatida". Por tanto, a su juicio, "cualquier comentario sobre la actuación de una presidencia que saca una resolución tan controvertida como esta por unanimidad de los miembros cae por su propio peso".
Apoyo al plan Baker
La jefa de la diplomacia española definió el texto aprobado -que apoya el plan de paz del enviado especial del secretario general de la ONU para la región, James Baker- como "una resolución equilibrada, que respalda el plan de Naciones Unidas y a la vez deja a las partes su aplicación". La resolución responde "perfectamente" al principio de "neutralidad constructiva" de España ante este contencioso, basado en el criterio de que la ONU ha de ejercer un papel de impulso pero la solución debe venir de un acuerdo entre las partes, argumentó la ministra, y confió en que este acuerdo del Consejo de Seguridad "marque el inicio de una nueva etapa".
Respecto a si las declaraciones de Benaissa pueden enturbiar las relaciones bilaterales, afirmó que "en absoluto por parte española" y añadió que tampoco por parte marroquí tiene "ningún indicio" que le haga temer una repercusión negativa en la cooperación entre ambos países. "Al contrario, hemos mantenido durante todo este tiempo un diálogo muy abierto, muy franco y continuo", aunque la "posición crítica" del Gobierno marroquí frente al Plan Baker "es muy conocida", indicó la titular de Exteriores, y recalcó que ambos países son conscientes de su "proyecto de futuro en común" y España respalda "en primera línea" la colaboración de la UE con Marruecos.
Además, recalcó que "la prueba del nueve" de la voluntad real de España es que, desde la presidencia de turno del Consejo de Seguridad, se esforzó en lograr el respaldo unánime de los países miembros para una resolución "muy debatida". Por tanto, a su juicio, "cualquier comentario sobre la actuación de una presidencia que saca una resolución tan controvertida como esta por unanimidad de los miembros cae por su propio peso".
Apoyo al plan Baker
La jefa de la diplomacia española definió el texto aprobado -que apoya el plan de paz del enviado especial del secretario general de la ONU para la región, James Baker- como "una resolución equilibrada, que respalda el plan de Naciones Unidas y a la vez deja a las partes su aplicación". La resolución responde "perfectamente" al principio de "neutralidad constructiva" de España ante este contencioso, basado en el criterio de que la ONU ha de ejercer un papel de impulso pero la solución debe venir de un acuerdo entre las partes, argumentó la ministra, y confió en que este acuerdo del Consejo de Seguridad "marque el inicio de una nueva etapa".
Respecto a si las declaraciones de Benaissa pueden enturbiar las relaciones bilaterales, afirmó que "en absoluto por parte española" y añadió que tampoco por parte marroquí tiene "ningún indicio" que le haga temer una repercusión negativa en la cooperación entre ambos países. "Al contrario, hemos mantenido durante todo este tiempo un diálogo muy abierto, muy franco y continuo", aunque la "posición crítica" del Gobierno marroquí frente al Plan Baker "es muy conocida", indicó la titular de Exteriores, y recalcó que ambos países son conscientes de su "proyecto de futuro en común" y España respalda "en primera línea" la colaboración de la UE con Marruecos.