L D (EFE) Según el primer ministro británico, "no puede haber ningún compromiso" entre unionistas-protestantes y nacionalistas-católicos para restaurar la autonomía del Ulster, a menos que la organización terrorista ponga fin a sus actos.
"El obstáculo ahora para un acuerdo duradero en Irlanda del Norte es la continua actividad paramilitar y criminal del IRA. Eso deber acabar en su totalidad", subrayó el jefe del Gobierno británico en su oficina de Downing Street.
Ambos mandatarios estuvieron acompañados en su reunión por el jefe del Servicio de Policía de Irlanda del Norte, Hugh Orde, y el comisario de la Garda (Policía de Irlanda), Noel Conroy, quienes les informaron de la investigación del millonario atraco.
La llamada Comisión Internacional de Control (IMC), organismo que vigila el estado de las treguas decretadas por los grupos armados del Ulster, presentará el próximo lunes un informe preliminar sobre el robo.
Se espera que la Comisión confirme la tesis policial que culpa al IRA de la sustracción y recomiende ciertas sanciones que podrían afectar al Sinn Fein, brazo político de la banda terrorista y segunda fuerza política de la provincia.
El atraco supuso un serio revés para el proceso de paz, en crisis desde que Londres suspendió las instituciones de Gobierno del Ulster en octubre de 2002, a raíz de un supuesto caso de espionaje del IRA en el palacio de Stormont, sede de la Asamblea norirlandesa.
La crisis se agudizó el pasado diciembre cuando el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), del reverendo Ian Paisley, rechazó sentarse en el Ejecutivo de poder compartido con el Sinn Fein ante la negativa del IRA a fotografiar su último acto de desarme, como exigían Londres y Dublín.