Bush dice que la muerte de Al Zarqaui es "un importante triunfo en la guerra global contra el terrorismo"

L D (EFE) A falta de cinco meses para las elecciones legislativas norteamericanas, la clase política ha comenzado a intentar sacar réditos de la muerte de Zarqaui. Los republicanos han celebrado el éxito logrado por las tropas estadounidenses, mientras que algunos demócratas ya han señalado Zarqaui será reemplazado por algún otro miembro de Al Qaeda y han subrayado que Estados Unidos sigue empantanado en Irak.

En su alocución, Bush resumió el historial de Zarqaui y mencionó que "degolló y decapitó personalmente a rehenes estadounidenses y otros civiles en Irak, dirigió la destrucción de la oficina de la ONU en Bagdad y fue el responsable de ataques con explosivos en hoteles de Ammán". El próximo lunes, Bush reunirá a su "gabinete de guerra" en Camp David, la residencial de descanso presidencial en Maryland, donde durante dos días los mandos militares y civiles del Gobierno analizarán la situación en Irak, al cabo de tres años de invasión norteamericana.

El martes está previsto que se establezcan vídeoconferencias desde Camp David con los mandos militares estadounidenses en Irak, y, según dijo Busha, también se conversará con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y otros miembros de su gabinete. El pasado jueves, Al Maliki nombró ministro del Interior al chií Jawad al Bolani, mientras que el suní Abdul Qadir Mohamed Jasim fue designado ministro de Defensa. "Estos nuevos dirigentes ayudarán a que el Gobierno atienda sus prioridades: la reconciliación, la reconstrucción, y el fin de los secuestros, las decapitaciones y los ataques suicidas", dijo Bush.

"Juntos determinaremos cuál es la mejor forma de usar los recursos de Estados Unidos en Irak para lograr la meta que compartimos: que Irak pueda gobernarse por sí mismo, sustentarse por sí mismo, y defenderse por sí mismo", afirmó el presidente norteamericano. Bush mantuvo hoy un tono de cautela que difiere del triunfalismo de algunos republicanos tras la muerte de Zarqaui, hasta el punto de señalar que "la misión difícil y necesaria en Irak continúa".

"En las próximas semanas podría aumentar la violencia en Irak", advirtió el presidente, quien subrayó que "los terroristas e insurgentes buscarán demostrar que pueden seguir adelante sin Al Zarqaui". Fuentes militares en Washington indicaron que la inspección del escondite de Al Zarqaui ha permitido la obtención de documentos sobre las operaciones de la red terrorista dirigida por el jordano que, según las versiones más recientes, no murió de inmediato después del bombardeo sino cuando ya estaba en una camilla en manos de sus enemigos.

La casa donde se escondía Al Zarqaui resultó completamente destruida por el impacto de dos bombas de precisión de 115 kilogramos cada una y en su interior se confiscó toda clase de documentación en diversos soportes que estás siendo analizada por los servicios secretos de EEUU.