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Castro agradece el acercamiento de Zapatero prohibiendo la entrada en Cuba a un dirigente del PP

Sólo unas horas después de que Zapatero confirmara el cambio de la política española con un acercamiento a la dictadura cubana, Fidel Castro le ha devuelto el gesto en forma de desaire y ha prohibido la entrada en la isla del secretario de Relaciones Internacionales del PP. Jorge Moragas iba a apoyar a los disidentes, que se sintieron "humillados" el 12 de octubre al escuchar el discurso del embajador español, Carlos Alonso Zaldívar.

L D (EFE) La dictadura cubana ha declarado "inadmisibles" al diputado del PP y otras dos parlamentarias cristianodemócratas de Holanda, así como a una responsable de una ONG holandesa que les acompañaba. Las autoridades castristas les impidieron la entrada en el país sin dejarles salir de la zona de tránsito del aeropuerto internacional de La Habana.

Jorge Moragas, secretario de Relaciones Exteriores del PP, y las parlamentarias holandesas tenían visados de turista y habían anunciado su intención de reunirse con miembros de la disidencia después de que el 12 de octubre, durante la recepción en la embajada española en la isla, el embajador Carlos Alonso Zaldídar, confirmara la intención del Gobierno de Zapatero de liderar el proceso de cambio para superar la situación "insatisfactoria" en las relaciones entre la UE y la dictadura castrista. Zaldívar incluso afirmó que espera contar con "el Gobierno de Cuba" en la recepción del año que viene. Su discurso provocó duras críticas entre la disidencia interna.

Inadmisible para la dictadura castrista

Los parlamentarios llegaron al aeropuerto de La Habana el viernes en un vuelo de Air France a las 19.25 hora local (00.25 GMT del sábado) y abandonaron la isla dos horas después, en el mismo vuelo, por orden de las autoridades cubanas. Las autoridades aeroportuarias no les permitieron ni siquiera recibir asistencia consular y argumentaron que no habían entrado al país y que, por lo tanto, sus respectivas embajadas no eran competentes.

Moragas, explicaron fuentes castristas, pudo hablar por teléfono en cuatro ocasiones con el embajador de España en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar, para informarle de su situación, aunque no le permitieron ver a los funcionarios de la embajada española que acudieron al aeropuerto.

Antes de viajar a Cuba, Jorge Moragas había anunciado que su objetivo era exigir la protección de los derechos humanos en la isla. En su agenda figuraban encuentros con el opositor Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), y con Blanca Reyes, esposa del periodista y escritor Raúl Rivero, condenado a 20 años de cárcel.

El pasado julio, Moragas viajó a Cuba, también con visado de turista, para entregar a Payá la placa del Premio Sajarov que le concedió el Parlamento Europeo en 2002. En aquella ocasión, se reunió además con Blanca Reyes y con otras esposas de disidentes presos.
 
Silencio de Moratinos y Zaldívar

No es la primera vez que la dictadura castristas tiene gestos de desaire con los diputados del PP. En 1988, los populares Loyola de Palacio y Javier Cámara fueron expulsados por el Gobierno cubano cuando intentaron entrar en el país acompañando a un comité europeo pro derechos humanos.

Aunque fuentes diplomáticas han adelantado que las embajadas de España y Holanda, país que preside este semestre la Unión Europea, pedirán explicaciones "inmediatamente" por escrito al Ministerio cubano de Relaciones Exteriores para aclarar lo sucedido, ni el ministro Moratinos ni el embajador Zaldívar han valorado la última ofensa de Castro. A media mañana de este este sábado, el Ministerio emitió un comunicado. Horas después Moratinos calificó de inadmisible el trato a Moragas en Cuba.
 

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