Chávez anunció la congelación de las relaciones diplomáticas entre ambos países el pasado mes de agosto como respuesta al acuerdo militar entre Washington y Bogotá. Según Colombia y Estados Unidos el pacto pretende aumentar la eficacia de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico en la región.
Para el mandatario venezolano, por el contrario, la alianza militar tiene como objetivo aumentar la influencia de Estados Unidos en América Latina. El pasado fin de semana Chávez instó a su Ejército a que se preparase contra una supuesta invasión planeada desde Washington para frenar el auge del socialismo en la región.
"No tengo nada que hablar con el mafioso de Uribe, porque sé que está buscando contacto. Podrá pedirlo el Rey de España o gobiernos amigos, pero no hay nada que hablar con ese gobierno traidor", aseguró Chávez.
"Uribe no es político, viene del mundo del paramilitarismo, del narcotráfico, de negocios y componendas, y es capaz de cualquier cosa. Es un hombre muy peligroso porque no tiene principios morales ni éticos", añadió.
El presidente venezolano instó públicamente a su ministro de Exteriores, Nicolás Maduro, a que traslade su negativa a un posible diálogo a Colombia. "Nicolás, dígale que no hay conversación con Uribe. No hay conversación, no hay nada que hablar con ese Gobierno traidor", señaló en declaraciones recogidas por los medios locales.
Chávez reiteró que el pacto solo busca "convertir a Colombia en una gran base 'yanqui'" ya que los militares norteamericanos "podrán moverse por toda Colombia". "Uribe entregó a Colombia definitivamente", apuntó.