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Cristina Kirchner excluye a la disidencia de su visita a Cuba

Al igual que hace el Gobierno socialista de Zapatero, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, no tiene previsto en la agenda de su próxima visita a la dictadura cubana mantener reuniones solicitadas por disidentes cubanos.

Al igual que hace el Gobierno socialista de Zapatero, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, no tiene previsto en la agenda de su próxima visita a la dictadura cubana mantener reuniones solicitadas por disidentes cubanos.

L D (Agencias) También del mismo modo que hace el Gobierno español de Zapatero, fuentes del gobierno de Buenos Aires dijeron a Efe que pese a esta marginación de quienes luchan por la libertad en la isla-cárcel castrista, el gobierno argentino mantiene su política de prioridad en la defensa de los derechos humanos y apuntaron que funcionarios de los dos países trabajan contrarreloj para reactivar las relaciones "en todos los campos".

Dijeron que por ahora "no figuran" en la agenda de Fernández las audiencias solicitadas por disidentes tales como el grupo Agenda para la Transición o la médica Hilda Molina, que este martes confirmó que ha pedido la mediación de la gobernante para que se le permita viajar a Argentina a ver a su hijo y conocer a sus nietos. Fernández viajará a La Habana el sábado por la noche, unas horas antes de lo previsto inicialmente, y el miércoles se trasladará a Caracas para visitar al presidente ex golpista de Venezuela, Hugo Chávez.

Argentina y la sangrienta dictadura cuabana se proponen reactivar la cooperación en ciencia, tecnología, turismo, entre otros campos, además de fortalecer el comercio, indicaron las fuentes. La agenda de la visita a los sátrapas de La Habana ha sido motivo de una reunión que Fernández mantuvo el lunes con su canciller, Jorge Taiana, quien formará parte de la comitiva, indicaron las fuentes.

Hilda Molina declaró este martes a canales de televisión de Buenos Aires que ha pedido por carta a Fernández que interceda para que se le permita viajar a Argentina, donde reside su hijo, el médico Roberto Quiñones y sus nietos, a quienes no conoce. A mediados de 2008, la madre de la médica cubana, Hilda Morejón, fue autorizada a viajar a Argentina, donde permanece desde entonces. "Yo siempre he confiado en la coherencia del ser humano y la presidenta es una persona que tiene una historia de defensa de los derechos humanos y pienso que ella algo va a hacer por el derecho de sus compatriotas, por esos niños", dijo Hilda Molina.

Recordó que "hace quince años" que no ve a su hijo y que su madre "cumplirá 90 años" el lunes próximo en coincidencia con la visita de Fernández, a quien también pidió una audiencia en La Habana.

Las relaciones entre Argentina y el régimen liberticida cubano pasaron por un mal momento a mediados de 2006, cuando Néstor Kirchner, antecesor y esposo de Fernández, abogó porque la dictadura autorizase a Molina a visitar a sus familiares en Argentina. En 2007, Kirchner desistió de visitar Cuba y a mediados del año pasado las autoridades de la dictadura permitieron el viaje de Hilda Morejón.

El otro asunto espinoso en las relaciones bilaterales es la deuda por unos 1.300 millones de dólares que la dictadura castrista mantiene con Argentina por créditos concedidos a comienzos de la década de 1970. En la década pasada, hubo negociaciones para refinanciar esa deuda sin que hasta ahora se llegara a un arreglo, asunto que evitaron comentar las fuentes gubernamentales consultadas por Efe.

Los grupos disidentes se han movilizado en vista de que Cuba se adentra en un mes con una intensa agenda diplomática que comenzó el domingo con la visita del presidente panameño, Martín Torrijos, y continuará esta semana con las del de Ecuador, Rafael Correa, y de a propia Fernández. Para febrero está prevista además una visita oficial de la presidenta chilena, Michelle Bachelet.

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