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Del "no a la guerra" al asalto de Trillo

No es la primera vez que el Congreso es escenario de algarabías, bien en señal de aprobación o, por lo contrario, como medida de protesta. Pero sí la primera que, por este motivo se detiene, a las personas alborotadoras. El "no a la guerra", el Yak-42...

Estaba anunciado. Este jueves se debatía una moción parlamentaria del grupo IU-ICV que había logrado la firma de todos los grupos, también del PSOE, para "condenar los incidentes violentos ocurridos en el Aaiún"; "expresar a las autoridades marroquíes la preocupación sobre las informaciones de las violaciones de derechos humanos" e "intensificar y profundizar las relaciones con el Frente Polisario, legítimo representante del pueblo saharaui".

Un grupo de activistas saharauis, comandados por Willy Toledo, y una joven saharaui invitados ambos por IU, gritaron desde la tribuna de invitados del hemiciclo, junto con otros cuatro activistas que acudieron por cuenta propia. Ante el escándalo el presidente del Congreso pidió su desalojo. Pero no sólo eso, y ahí está la polémica: mandó que se les enviara al calabozo.

No es la primera vez que el Congreso de los Diputados vive episodios de esta naturaleza. Atrás han quedado ya los años duros del "no a la guerra". Las pegatinas y pancartas se trasladaban de la calle a la Cámara Baja de mano de los artistas, más tarde intrigantes de la plataforma PAZ, los de la ceja, vamos.

Los de la ceja con el "no a la guerra"

Una de esas veces fueron expulsados de la tribuna de invitados. Entre ellos estaban Juan Diego, Juan Luis Galiardo, Pilar Bardem, Charo López, José Sacristán, Juan Diego Botto, Enma Cohen, Alberto San Juan, Ana Belén, Aitana Sánchez Gijón y el Gran Wyoming, entre otros.

Aitana Sánchez Gijón protestó incluso por el trato que les habían dispensado a la entrada, porque, lógicamente tuvieron que pasar por el detector de metales y se les requisaron las pancartas. "Parece que somos peligrosos", comentó, y el Gran Wyoming decía "nos vamos a perder a nuestro presidente electo, y que no se olvide de que él es presidente interino, porque nosotros seremos pueblo toda nuestra puta vida".

Ya en la tribuna de los invitados y tras la intervención de Aznar, los actores se levantaron y se desprendieron de las partes superiores de sus vestimentas, dejando a la vista una camiseta blanca con un cartel negro que en letras rojas decía "NO A LA GUERRA", en ese momento la Presidenta de la Cámara de entonces Luisa Fernanda Rudí ordenó su desalojo.

El Congreso, refugio de los asaltantes de la Cope

Otro grave y rocambolesco episodio fue aquél en que los cinco miembros de las Juventudes de ERC, vestidos con monos amarillos y ocultos tras máscaras, que se encadenaron en la sede de la Cadena Cope en Madrid para pedir el cierre de la emisora, junto a los diputados Joan Puig y Joan Tardá, acabaron en el Congreso de los diputados, utilizando los despachos de ERC.

Trillo, zarandeado por víctimas del Yak-42 invitadas por el PSOE

Pero sin duda uno de los sucesos más graves que ha vivido la Cámara y que no tuvo consecuencias fue el asalto a Federico Trillo por parte de familiares de las víctimas del accidente del Yak-42.

Varios familiares afectados por el accidente del Yak-42 consiguieron plantarse delante del ex ministro Trillo para increparle. Portaban carteles ridiculizándole y pidiendo su dimisión. Según informó Europa Press, tenían invitación del PSOE. El PP pidió una sanción disciplinaria para los diputados socialistas que invitaron a los increpadores, pero el entonces presidente del Congreso, Manuel Marín, zanjó el asunto sin más.

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