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SEXTO ANIVERSARIO DE LA MATANZA

EEUU, en silencio para homenajear a las víctimas del Once de Septiembre

Silencio en recuerdo a los 2.794 muertos. Los ciudadanos de Nueva York y del resto de ciudades de Estados Unidos guardaron silencio para recordar a las víctimas de los brutales ataques de Al Qaeda, el Once de Septiembre de 2001. Fue a primera hora, las 8.47 horas, cuando en el jardín de la Casa Blanca se congregaban los responsables políticos entre los que se contraba el presidente de EEUU, George W. Bush para recordar con emoción el ataque a la primera torre. El mismo rito se iría repitiendo en el resto del país.

Silencio en recuerdo a los 2.794 muertos. Los ciudadanos de Nueva York y del resto de ciudades de Estados Unidos guardaron silencio para recordar a las víctimas de los brutales ataques de Al Qaeda, el Once de Septiembre de 2001. Fue a primera hora, las 8.47 horas, cuando en el jardín de la Casa Blanca se congregaban los responsables políticos entre los que se contraba el presidente de EEUU, George W. Bush para recordar con emoción el ataque a la primera torre. El mismo rito se iría repitiendo en el resto del país.
L D (EFE) Doblar de campanas, rezo de oraciones, banderas a media asta y llantos marcaron hoy el sexto aniversario de los atentados del 11-S en todo Estados Unidos, un día grabado en la memoria de sus habitantes. Recordaron también con el silencio los instantes críticos de esa mañana, una de esas fechas en las que todo el mundo de este país recuerda dónde estaba y qué hacía.
 
Comenzó las ceremonias el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, desde el jardín sur de la Casa Blanca, con vistas al obelisco gigante levantado en honor del padre de la patria, George Washington.
 
Eran las 08.46 de la mañana (14.46 hora española), el instante exacto en el que una aeronave, una avioneta se dijo al principio, se estrelló contra una de las Torres Gemelas de Nueva York, el símbolo del poder económico de Estados Unidos.
 
En silencio lo recordaron en la Casa Blanca Bush y su vicepresidente, Dick Cheney, con sus respectivas esposas, Laura Bush y Lynne Cheney, así como miembros del gabinete y empleados de la residencia presidencial.
 
El mismo silencio mantuvieron policías, bomberos y familiares de los muertos en un parque de Manhattan, en Nueva York, entre banderas de Estados Unidos y lágrimas.
 
La lluvia caía en el corazón de la llamada "zona cero", donde se colocaron rosas en honor de los 2.750 fallecidos en ese lugar, de un total de 2.794 víctimas en los tres atentados de ese mismo día en EEUU.
 
A las 09.02 (15.02 hora española) se hizo el silencio en el parque para marcar el instante en el que un Boeing 767 se estrelló contra la otra Torre Gemela, acto con el que el país se percató de que no se trataba de un accidente.
 
De ahí el silencio pasó a Washington, al pie de una bandera colgada desde el techo del Pentágono, como la que fue colocada después de que el avión del vuelo 77 reventase un ala del edificio que simboliza el poder militar de Estados Unidos.
 
"No podemos tocar a nuestras personas queridas, a las que murieron aquí, por ello pedimos a Dios que las abrace por nosotros", afirmó el secretario de Defensa, Robert Gates.
 
El silencio volvió a Nueva York, para marcar la caída de la Torre Sur, ocurrida cuatro minutos antes de que los pasajeros del vuelo 93 tomaran la iniciativa sobre el cielo de Pensilvania y se abalanzaran sobre los secuestradores.
 
La nave se estrelló en un campo hoy cubierto del rojo, blanco y azul de la bandera estadounidense y donde un doblar de campana recordó cada uno de los 40 nombres de las víctimas leídos en alto.
 
El silencio terminó en Manhattan a las 10.28 (16.28 hora española), la misma hora del desplome de la Torre Norte tras arder durante más de hora y media.
 
Del mismo modo hubo hoy actos de conmemoración en todos los rincones de un país que recuerda el 11 de septiembre de 2001 como un día de traición como el ataque japonés contra Pearl Harbor en 1941.
 
Aun así, el clima ha sido diferente al de otros años. La fecha no ha atraído la atención especial que tuvo en 2006, durante el quinto aniversario. Las cadenas de televisión apenas han emitido imágenes de las torres y el Pentágono en llamas, o del caos en sus inmediaciones y el horror de las personas que huían.
 
Además, algunos han criticado, por ejemplo, la presencia en las ceremonias de Rudy Giuliani, alcalde de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, dado que está inmerso en una campaña electoral con la vista puesta en la presidencia de EEUU.
 
Con el pecho repleto de medallas, Peter Pace, jefe del Estado Mayor Conjunto, aseguró en la ceremonia del Pentágono: "Un millón y medio de soldados han luchado en Afganistán e Irak para derrotar a aquellos que nos declararon la guerra en ese día".
 
Y el secretario de Defensa sentenció: "Los enemigos de Estados Unidos nunca descansarán, porque los cazaremos".

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