LD (Agencias) Los ex agentes de la inteligencia estatal Juan Carlos Legascue y Héctor Maiolo declararon como testigos en el juicio oral y público sobre la llamada "conexión local" en la voladura con un coche-bomba de la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que dejó 85 muertos y cientos de heridos. "Ambos confirmaron el tema del pago de 400.000 dólares en dos partes de 200.000 dólares. Pero aclararon que lo único que sabían era que estaban comprando un manuscrito donde había información sobre cómo se había cometido el atentado", dijo Marta Nercellas, abogada de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).
Los testigos explicaron que los pagos se hicieron en julio y octubre de 1996 a Ana Boragni, mujer de Carlos Telleldín, quien se dedicaba a desguazar y vender automóviles, presuntamente robados, y acusado como el encargado de preparar la camioneta usada después como coche-bomba contra la mutualista. El pago que hizo la SIDE, oficina de inteligencia que depende directamente de la Presidencia, fue por los presuntos originales de un libro escrito por Telleldín, en el que supuestamente señalaba a la persona que retiró la camioneta para cometer el atentado terrorista. Sin embargo, fuentes cercanas al caso consideran que esos 400.000 dólares constituían una "recompensa" a cambio de que Telleldín acusara a un grupo de policías de la provincia de Buenos Aires como partícipes del ataque.
Los policías involucrados aseguran que los investigadores querían el testimonio de Telleldín para involucrarlos falsamente en el más cruento atentado terrorista en la historia de Argentina, que cuenta con la comunidad judía más numerosa de América Latina. Una veintena de ex policías y civiles argentinos acusados de integrar la llamada "conexión local" del atentado contra la mutualista judía están siendo sometidos, junto con Teilledín, a juicio oral y público desde hace unos dos años.
Los testigos explicaron que los pagos se hicieron en julio y octubre de 1996 a Ana Boragni, mujer de Carlos Telleldín, quien se dedicaba a desguazar y vender automóviles, presuntamente robados, y acusado como el encargado de preparar la camioneta usada después como coche-bomba contra la mutualista. El pago que hizo la SIDE, oficina de inteligencia que depende directamente de la Presidencia, fue por los presuntos originales de un libro escrito por Telleldín, en el que supuestamente señalaba a la persona que retiró la camioneta para cometer el atentado terrorista. Sin embargo, fuentes cercanas al caso consideran que esos 400.000 dólares constituían una "recompensa" a cambio de que Telleldín acusara a un grupo de policías de la provincia de Buenos Aires como partícipes del ataque.
Los policías involucrados aseguran que los investigadores querían el testimonio de Telleldín para involucrarlos falsamente en el más cruento atentado terrorista en la historia de Argentina, que cuenta con la comunidad judía más numerosa de América Latina. Una veintena de ex policías y civiles argentinos acusados de integrar la llamada "conexión local" del atentado contra la mutualista judía están siendo sometidos, junto con Teilledín, a juicio oral y público desde hace unos dos años.