Ayer leí en le Figaro que los veintisiete miembros de la UE habían decidido, a instancias de Londres, convocar de manera coordinada a los embajadores iraníes como forma de protesta contra al detención de empleados locales de la Embajada británica en Teherán. Oí un flash informativo en la COPE, pero nada más. ¿Habrá cumplido nuestro autócrata autómata tal acuerdo o habrá preferido no enemistarse con su socio en la Alianza de Civilizaciones? En llamar al embajador español en Tegucigalpa sí que se ha dado prisa.