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La Fiscalía de Etiopía pide la pena de muerte para 38 opositores

Un total de 38 políticos y activistas acusados de incitar a la violencia para derrocar al Gobierno de Etiopía podrían ser condenados a la pena de muerte. En el proceso que se les sigue, la Fiscalía subraya que los acusados no mostraron ningún signo de arrepentimiento. El tribunal emitirá su sentencia el 16 de julio.

Un total de 38 políticos y activistas acusados de incitar a la violencia para derrocar al Gobierno de Etiopía podrían ser condenados a la pena de muerte. En el proceso que se les sigue, la Fiscalía subraya que los acusados no mostraron ningún signo de arrepentimiento. El tribunal emitirá su sentencia el 16 de julio.
LD (Agencias) La Fiscalía de Etiopía ha pedido condenar a la pena de muerte a 38 políticos y activistas acusados de incitar a la violencia para intentar derrocar al Gobierno. La sentencia se dará a conocer el próximo 16 de julio.
 
Según fuentes de la defensa, los acusados han decidido no defenderse  y por ello no tomaron la palabra en la sesión de este lunes. El fiscal Abraham Tetemke consideró que "no han mostrado ningún signo de arrepentimiento en el Tribunal, y no han aceptado la soberanía del Tribunal. Por esto, pedimos que sean castigados con la pena capital".
 
El fiscal aseguró que los opositores "han intentado un ultraje contra la Constitución y el orden constitucional, e intentaron desintegrar la nación. Han creado violencia y muchas personas perdieron su vida. Este acto criminal causó una seria crisis social".
 
Los acusados, que forman el núcleo duro de la oposición, fueron detenidos tras las manifestaciones de junio y noviembre de 2005, cuando cientos de miles de etíopes salieron a la calle en las principales ciudades del país para protestar contra los resultados electorales.  Los violentos choques entre la Policía etíope que intentaba dispersar las concentraciones y los ciudadanos causaron 193 muertos, disparados o apelados, así como seis miembros de las fuerzas de seguridad.

Durante las manifestaciones la oposición proclamó su victoria en los comicios, condenó públicamente lo que consideraba un fraude organizado por el ejecutivo y rechazó las doce vacantes parlamentarias ofrecidas por el primer ministro, Meles Zenawi. La Constitución etíope estipula que negarse a formar parte del ejecutivo es traición y que por ese delito se puede aplicar la pena máxima.

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