
LD (Efe) La Iglesia católica cubana considera que sus relaciones con el Estado socialista de la isla están en un proceso de "mayor entendimiento" y que no ha habido "cambios sustanciales" en la postura estatal para con ella tras la enfermedad del líder Fidel Castro. Así lo indica a la agencia gubernamental española Efe el secretario general de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, Monseñor Juan de Dios Hernández Ruiz, tras la visita a la Isla del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, denunciada por el Exilio y la Oposición interna como una afrenta a las víctimas del castrismo.
Monseñor Hernández declaró que la situación de las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado pasan por un momento "de diálogo".
"Estamos en un proceso de mayor entendimiento. Creo que eso es positivo, y es un camino, y como todo camino, pues esperamos que más que obstáculos haya vías en las cuales podamos caminar más expeditamente. Yo confío en que las haya", señaló el también obispo auxiliar de La Habana poco antes de encabezar este Viernes Santo el Vía Crucis de la Amargura.
Monseñor Hernández declaró que la situación de las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado pasan por un momento "de diálogo".
"Estamos en un proceso de mayor entendimiento. Creo que eso es positivo, y es un camino, y como todo camino, pues esperamos que más que obstáculos haya vías en las cuales podamos caminar más expeditamente. Yo confío en que las haya", señaló el también obispo auxiliar de La Habana poco antes de encabezar este Viernes Santo el Vía Crucis de la Amargura.
El diario oficialista del PSOE en España, El País, ya había emprendido esta vía propagandística de supuesta normalidad y apertura del régimen con los católicos. El pasado 1 de abril, su corresponsal en la Isla, Mauricio Vicent, reportó una entrevista con Monseñor Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, en la que hizo votos por que "ninguna interferencia externa y ningún tipo de crisis interna" puedan "alterar la paz y la convivencia" que, a su juicio, reinan en la Cuba de Castro.
Ahora, tras la visita de Moratinos, es el secretario y portavoz de la Conferencia episcopal el que apunta que las relaciones Iglesia-Estado socialista, tras la enfermedad del dictador, "se mantienen exactamente igual (que antes), en la misma línea, no hay cambios sustanciales" en la línea de "mayor entendimiento".
Con una visión optimista de la actual situación de las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado totalitario cubano, el obispo auxiliar de La Habana, monseñor Hernández Ruiz, consideró que "después de tiempos difíciles el Estado va entendiendo el papel de la Iglesia, cuál es el rol de la vida de la Iglesia dentro de un pueblo".
"Eso es un proceso normal, se va dando, y aspiramos realmente a que en la medida en que se pueda, la vida de la Iglesia y su misión que es la evangelización, cada vez más vaya por caminos de normalización", subrayó.
"Esa es nuestra aspiración. Yo pienso que también es la aspiración del Estado", indicó.
Se necesita "comprensión"
El alto representante de la jerarquía católica cubana cree que Cuba necesita en este momento "que haya un grado de comprensión para ir dando los pasos que se deben de dar".
"Comprensión, diálogo creo que es importante porque cualquier situación de cambio para nosotros implicaría eso, una gran comprensión por parte de la comunidad internacional y un gran diálogo que nos permita a nosotros de una manera civilizada caminar", agregó.
El obispo cubano valoró como un "acto importante" para la comunidad católica que vive en Cuba el hecho de que el canal educativo II de la televisión estatal cubana incluyera en su programación de este Viernes Santo la trasmisión del Vía Crucis que presidió en Roma el papa Benedicto XVI.
"Es una manera más de ir normalizando la vida de la Iglesia, creo que eso va caminando" y consideró que es una manera "concreta" de que los fieles que no pueden asistir a las celebraciones de estos días tengan acceso a esos actos religiosos.
El acceso a los medios de comunicación y la participación en la educación figuran entre los reclamos de mayores espacios para desarrollar su misión en los que han insistido los obispos cubanos.
La histórica visita del fallecido Papa Juan Pablo II a Cuba en 1998 fue determinante para la mejora de la situación de la Iglesia católica en el país y permitió el reconocimiento oficial de la celebración de la Navidad y la autorización de procesiones después de casi cuarenta años de prohibición.
Este año la Iglesia católica cubana recibió autorización para realizar alocuciones radiales y celebrar más de veinte procesiones públicas en distintas diócesis de la isla, en su mayoría en el Viernes Santo y otras para el Domingo de Resurrección.
Además realizó el Vía Crucis por calles del centro histórico de La Habana, con un recorrido de cortejo con imágenes de María Dolorosa y el Cristo Yacente desde la Plaza de la Catedral hasta la iglesia del Cristo del Buen Viaje.
"Comprensión, diálogo creo que es importante porque cualquier situación de cambio para nosotros implicaría eso, una gran comprensión por parte de la comunidad internacional y un gran diálogo que nos permita a nosotros de una manera civilizada caminar", agregó.
El obispo cubano valoró como un "acto importante" para la comunidad católica que vive en Cuba el hecho de que el canal educativo II de la televisión estatal cubana incluyera en su programación de este Viernes Santo la trasmisión del Vía Crucis que presidió en Roma el papa Benedicto XVI.
"Es una manera más de ir normalizando la vida de la Iglesia, creo que eso va caminando" y consideró que es una manera "concreta" de que los fieles que no pueden asistir a las celebraciones de estos días tengan acceso a esos actos religiosos.
El acceso a los medios de comunicación y la participación en la educación figuran entre los reclamos de mayores espacios para desarrollar su misión en los que han insistido los obispos cubanos.
La histórica visita del fallecido Papa Juan Pablo II a Cuba en 1998 fue determinante para la mejora de la situación de la Iglesia católica en el país y permitió el reconocimiento oficial de la celebración de la Navidad y la autorización de procesiones después de casi cuarenta años de prohibición.
Este año la Iglesia católica cubana recibió autorización para realizar alocuciones radiales y celebrar más de veinte procesiones públicas en distintas diócesis de la isla, en su mayoría en el Viernes Santo y otras para el Domingo de Resurrección.
Además realizó el Vía Crucis por calles del centro histórico de La Habana, con un recorrido de cortejo con imágenes de María Dolorosa y el Cristo Yacente desde la Plaza de la Catedral hasta la iglesia del Cristo del Buen Viaje.
