Menú

La Policía peruana asalta la comisaría controlada por los rebeldes ultranacionalistas

La Policía Nacional del Perú han tomado por asalto la comisaría de la ciudad de Andahuaylas, tomada desde el primero de enero por miembros del grupo rebelde Etnocacerista. Los agentes han sido recibidos a balazos. Horas antes, el líder de los ultranacionalistas, Antauro Humala, anunciaba que rompía el diálogo con los miembros de la comisión negociadora. Los seguidores de Humala exigen la renuncia del presidente Alejandro Toledo.

La Policía Nacional del Perú han tomado por asalto la comisaría de la ciudad de Andahuaylas, tomada desde el primero de enero por miembros del grupo rebelde Etnocacerista. Los agentes han sido recibidos a balazos. Horas antes, el líder de los ultranacionalistas, Antauro Humala, anunciaba que rompía el diálogo con los miembros de la comisión negociadora. Los seguidores de Humala exigen la renuncia del presidente Alejandro Toledo.
LD (EFE) Miembros de la Policía peruana han comenzado una operación para recuperar la comisaría de la ciudad de Andahuaylas. Los policías tomaron la plaza de armas y lanzaron gases lacrimógenos para disuadir a un grupo de manifestantes que intentaba impedir el paso a las fuerzas del orden.

Policías y militares avanzan casa por casa en el centro de Andahuaylas para asegurarse de que no hay ningún civil en las inmediaciones. Minutos antes, el Ministerio del Interior había pedido a la población que se encuentra en las cercanías de la comisaría que evacúe temporalmente sus hogares.

Durante la mañana de este lunes, Antauro Humala, líder del movimiento ultranacionalista Etnocacerista, anunciaba que cortó el diálogo con la Comisión negociadora y que solo entregará las armas a la Defensoría del Pueblo. En una comunicación telefónica indicó a la agencia de noticias EFE que estaba "dispuesto al diálogo y a entregar las armas", pero que desistía de seguir reuniéndose con la Comisión dirigida por el sacerdote Juan Domingo Paliza. El líder indicó que "sólo le entregaremos las armas a un representante de la Defensoría del Pueblo".
 
El líder radical, un mayor del Ejército retirado que participó en el año 2000 en una sublevación militar contra el entonces presidente de Perú, Alberto Fujimori, había manifestado la víspera su intención de entregarse y deponer las armas. A ello el Gobierno respondió con garantías "para que se respeten los derechos humanos de todos los ciudadanos", pero también indicó que el grupo que tomó la comisaría deberá "asumir las responsabilidades a que hubiere lugar".

Temas

0
comentarios